Cometer geocidio: cambio climático y captura corporativa

El geocidio es la acción colectiva de una única especie, de entre millones de otras especies, que está cambiando el planeta Tierra hasta el punto de que puede volverse irreconocible e incapaz de albergar vida. Pero los seres humanos aún tenemos una oportunidad, explica Susan George.

Susan George dictó esta conferencia en un seminario del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH) y la UNESCO, titulado “Conciencia: Diálogo Interreligioso, Intercultural y Cambio Climático” y organizado en Buenos Aires del 1 al 2 de septiembre de 2016. Traducción de DiEM25.

Me llama la atención que todas las religiones tengan sus peregrinajes, ya sea a la Meca, a Santiago de Compostela, el lugar de la iluminación de Buda en la India, las ciudades sagradas hindúes de la India o los lugares sagrados de Jerusalén. Las personas que parten en estos peregrinajes de fe habitualmente buscan la redención o la salvación, la iluminación, la sanación o la concesión de un deseo especial.

Nuestro peregrinaje común es de una naturaleza muy distinta. No buscamos bendiciones personales sino la salvación y la esperanza para todas las personas y para nuestro hogar, la Tierra. Todos se hallan bajo una terrible amenaza. Nos hemos embarcado en este viaje porque somos conscientes de que la humanidad nunca se ha encontrado en mayor peligro que en este momento.

Intento no hablar de “salvar el planeta”. Sea lo que sea que hagan los seres humanos, el planeta seguirá rotando sobre su eje y orbitando alrededor del Sol como lo ha hecho durante unos cuatro mil millones y medio de años. El planeta Tierra, al que consideramos “nuestro”, no es realmente “nuestro”. Podría seguir perfectamente, aun totalmente alterado, moviéndose en su camino predefinido sin nosotros. De hecho, se podría argumentar que, como los llamados “ecologistas profundos”, el planeta estaría mucho mejor sin nosotros, ya que estos enfatizan que los humanos somos la especie más depredadora, derrochadora y destructiva que jamás ha pisado la Tierra en estos cuatro mil millones y medio de años.

No estoy aquí para promover la perspectiva de la ecología profunda. Estoy aquí para presentar y definir lo que yo considero un nuevo fenómeno en la historia de la humanidad. Lo llamo el “geocidio”. El geocidio es la acción colectiva de una única especie, de entre millones de otras especies, que está cambiando el planeta Tierra hasta el punto de que puede volverse irreconocible e incapaz de albergar vida. Esta especie está cometiendo geocidio contra todos los componentes de la naturaleza, ya sean organismos microscópicos, plantas, animales o incluso la propia humanidad, los Homo sapiens.

El Homo sapiens solo ha existido durante unos 200.000 años. El tiempo que hemos habitado este planeta, comparado con su edad total, es infinitesimalmente corto, apenas una fina lámina de tiempo geológico. Supone un mero 0.00004 por ciento de la existencia de la Tierra. Y pese a que cualquier especie, ya sea planta o animal (vertebrada o invertebrada), tiende a durar de media unos diez millones de años, nuestra especie parece determinada a causar su propia extinción, junto al resto de la creación, mucho antes de su hora prevista. La muerte de una especie entera es, en términos geológicos, un suceso común. Algunas extinciones son espectaculares (pensad en los dinosaurios), la mayoría son desapariciones silenciosas que apenas dejan rastro. Algunas especies habrán desaparecido para siempre en el tiempo entre que hemos llegado a este seminario y cuando salgamos. Los científicos dicen que la “tasa natural” de extinción es aproximadamente mil veces mayor que la media y algunos han comenzado a llamar a nuestra era “la sexta gran extinción”. La anterior, la extinción del Pérmico, ocurrió hace unos 250 millones de año. Cerca del 95% de las especies de la Tierra fueron aniquiladas, probablemente debido a que la actividad volcánica y las altas temperaturas causaron grandes emisiones de metano desde los océanos.

Las especies desaparecen masivamente porque no pueden adaptarse con suficiente rapidez a condiciones rápidamente cambiantes. Algunas, incluidos los humanos, se pueden adaptar a una amplia variedad de entornos y diversidad de temperaturas, desde Siberia o Groenlandia hasta Pakistán o el Sahel, pero ninguna especie es infinitamente adaptable y todas tienen sus límites.

La nuestra es la única especie entre millones que ha recibido el don de la lengua, habilidades de creación de herramientas y sobre todo la conciencia, la capacidad para la imaginación, el pensamiento y la espiritualidad. Aun así, el fin de nuestra propia existencia parece estar fuera de nuestra capacidad de comprensión colectiva: es demasiado terrible y demasiado definitiva para nuestra consideración. La extinción no nos puede suceder a nosotros: los humanos somos demasiado brillantes tecnológicamente, podemos encontrar la solución a cualquier problema, somos los amos de la creación y no podemos fracasar, y mucho menos desaparecer. Hemos sido testigos de episodios horribles de asesinatos masivos en nuestras propias vidas y, como hemos reconocido este horror, podemos nombrarlo. Todas las lenguas han sido obligadas a añadir esta palabra terrible, “genocidio”, a sus vocabularios.

¿Somos siquiera capaces de imaginar, ya no digamos admitir, que también somos capaces de cometer geocidio? En mi mente, este término va más allá del “ecocidio” que hasta ahora parece limitado a entornos o puntos geográficos concretos como la devastación de un bosque o la polución masiva de, digamos, el Golfo de México. El geocidio es, lamentablemente, algo más general: es un asalto masivo contra la naturaleza de la que solo somos una parte, contra toda la vida terrestre y contra la creación, así como la completa negación de los derechos humanos: yo sostengo que este acto de destrucción definitiva está en marcha y que necesitamos un nombre para él. Sin un nombre, no tenemos concepto y sin concepto no podemos combatirlo. Por eso busqué una nueva palabra.

Puede que penséis que soy alarmista. Dejadme contaros unos pocos de los más recientes hallazgos científicos relativos a la velocidad y avance del cambio climático. La mayoría son derivados del reciente State of the Climate Report (Informe sobre el Estado del Clima) dirigido por la Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos de América (NOAA, por sus siglas en inglés). Se basa en las contribuciones de cientos de científicos de 62 países.

En 2015, se establecieron nuevos registros en las temperaturas, la subida del nivel del mar y sucesos de clima extremo. Como en 2014, 2015 ha sido el año más caliente registrado y 2016 probablemente volverá a batir ese récord. Los océanos no pueden absorber todos los gases de efecto invernadero que estamos produciendo y que producen un calentamiento veloz. El año pasado, el Pacífico Oriental estuvo dos grados más caliente y el Océano Ártico alcanzó un récord de ocho grados más que en medias históricas. La capa de hielo marítima del Ártico fue la más baja desde que los satélites empezaron a medirla hace 37 años. El calentamiento oceánico está causando un gran florecimiento de algas tóxicas que se propagan por el Pacífico noroccidental y hasta la costa de Australia, matando corales, peces, aves y mamíferos. Científicos y periodistas han inventado el término “olas de calor marinas”. Las especies marinas del Ártico están luchando por adaptarse a las grandes migraciones de competidores atraídos por las aguas cálidas y por comerse la cantidad limitada de comida. Si el hielo de Groenlandia se derrite por completo, su desaparición hará subir los niveles marinos unos sorprendentes siete metros. El año pasado, la mitad de su superficie se estaba deshaciendo.

También debemos esperar altas tasas de muertes humanas debido a más inundaciones, más sequías, más incendios forestales y más tormentas violentas, así como más personas desplazadas y más refugiados climáticos en busca de un hogar habitable. La escasez de comida y agua, especialmente para las decenas de millones que dependen de los glaciares para su suministro de agua, también será más común. Algo de lo que se comenta menos, aunque están muy presentes en el pensamiento de estrategas militares como los del Pentágono, son el esperado aumento de la inestabilidad política, las hostilidades, los llamados “Estados fallidos”, y los conflictos armados abiertos. Los expertos reconocen ahora que la guerra en Siria se debió en parte a la larga sequía en sus regiones de cultivo de trigo.

El cambio climático no es aritmético: en otras palabras, 1+1+1+ no necesariamente supone una bonita línea recta en un gráfico. El cambio es exponencial, lo que implica que cada aumento en calor puede provocar mayores aumentos. A esto se le llama “retroalimentación positiva” y puede continuar hasta que el cambio climático “fuera de control” llegue y se vuelva imparable. Entre los ejemplos más espeluznantes en este momento se encuentra el derretimiento del permafrost en Siberia y Alaska. Se estima que unos 1.400 miles de millones de toneladas están aprisionados en este permafrost y el gas metano es veinte veces más poderoso que el CO2. Dependiendo de lo rápido que el permafrost se derrita, esta reserva colosal de gases de efecto invernadero podría provocar un cambio climático irreversible y tendría lugar geocidio. Incluso los ricos, que son propensos a considerarse completamente exentos de las leyes de la naturaleza, no podrían escapar de las consecuencias.

Puede que ya hayamos pasado el punto de no retorno. Pero puesto que nadie lo sabe con toda seguridad, debemos actuar como si aún tuviéramos una oportunidad de aturar y revertir el cambio climático. Las personas presentes en este seminario son extremadamente diversas, pero todos nosotros somos serios y estamos bien informados, profundamente preocupados por el cambio climático, los derechos humanos y, frecuentemente, con las dimensiones espirituales de la vida. Por tanto, también hemos elegido resistir en contra y hacer tanto como podamos para asegurarnos de que la aventura humana puede continuar.

Pero me llama la atención precisamente porque, aunque personas serias, pensativas y éticas ya han tomado su decisión, pueden tener una dificultad particular a la hora de aceptar que no todo el mundo comparte su ética o su compromiso. Haceos esta pregunta: ¿tendéis a pensar que los riesgos del cambio climático saltan tan a la vista y son tan universales que todas las personas normales deben necesariamente apoyar los mismos objetivos que vosotros? ¿Creéis, por ejemplo, que, puesto que tenemos la tecnología, el conocimiento y el dinero para hacer la gran transición a un mundo libre de combustibles y basado en la energía renovable, aquellos que no comparten nuestro sentido de la urgencia simplemente están desinformados? ¿Que solo necesitan más información y mejores explicaciones?

Si pensáis eso, debo asumir el riesgo de ofenderos. Para ser tajante, temo que esa visión es totalmente errónea. Sin lugar a dudas, aún existen personas que no conocen los peligros del cambio climático, pero esas no son las personas al cargo de los asuntos mundiales.

No. El problema real es que nos enfrentamos a adversarios decididos y bien organizados que no se preocupan en absoluto de los derechos humanos o del cambio climático; que se reirían ante la simple mención del geocidio. Solo quieren una cosa: que todo siga como hasta ahora en un mundo en que puedan acumular una interminable cantidad de dinero usando todos los recursos disponibles, sin importar los costes para la naturaleza y la vida humana. A menos que aceptemos esta realidad y nos enfrentemos a estos adversarios, así como a las organizaciones públicas y privadas a las que sirven, mucho me temo que no tenemos oportunidad alguna de prevenir el geocidio.

Los enemigos reales existen. No les afectarán los argumentos racionales, la exhortación, la plegaria ni el ejemplo moral. Enfrentarse a ellos se hace más difícil aún porque ocupan posiciones prestigiosas y de poder, y pueden intimidar a aquellos que intenten detenerles. En este punto, puede resultar útil citar las palabras del historiador británico del siglo XIX Lord Acton. Él escribió, memorablemente, que “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Y añadió que “los grandes hombres son casi sin excepción malos hombres…” El poder corrompe porque permite a las personas, instituciones o gobiernos imponer su voluntad y dar forma al mundo para que encaje con sus intereses inmediatos. En el pasado, esto se hacía con la guerra, y así otro gran pensador del siglo XIX, el estratega militar Karl von Clausewitz, define la guerra como “un acto de violencia para forzar al adversario a actuar según nuestra voluntad”.

Combinad a Clausewitz y Acton, situadlos en el siglo XXI y podréis definir el poder como la capacidad de imponer la voluntad de cualquier sistema al que sirva esa persona poderosa. Hoy, los poderosos en las esferas pública y privada, particularmente dominantes en los países occidentales, sirven a los intereses de un sistema capitalista avanzado en el que corporaciones transnacionales gigantescas son actores políticos importantes. A menudo, estas empresas de petróleo, gas o carbón, así como sus bancos, son más ricos y más poderosos que muchas docenas de Estados. Su objetivo, como dice Clausewitz, es forzar a todo el mundo a “actuar según su voluntad”. Las corporaciones no quieren ni necesitan emplear el conflicto armado abierto ni métodos brutales. Están provistas de un personal extremadamente bien pagado y altamente recompensado por servir a sus objetivos. Cualquiera que rechace sacrificar la ética personal para conseguir el objetivo de mayores beneficios e influencia no permanecerá como empleado por mucho tiempo.

Estos ejecutivos están satisfechos con vivir en un mundo cortoplacista y hoy todos nosotros estamos obligados a vivir en él, incluso aunque sabemos que la perspectiva a largo plazo es vital para alcanzar a comprender conceptos como “cambio climático fuera de control” o “geocidio”. El liderazgo de las grandes corporaciones de combustible fósil y bancos es elegido por su disposición a sacrificar cualquier valor que sea necesario para alcanzar el objetivo de mayores beneficios. Ningún presidente corporativo tiene el poder de cambiar esto. Todos saben que sus posiciones individuales dependen de seguir las reglas; ellos sirven a sus instituciones, a las que nuestros gobiernos nacionales protegen, promueven y obedecen con tanta frecuencia. Denunciar, destituir y sustituir a personas no es la cuestión. Para ellos, el futuro de la humanidad y el destino de la Tierra tampoco son la cuestión, desafortunadamente.

Debemos luchar para mantener los combustibles fósiles bajo el suelo y la única fuerza que puede contener a las corporaciones es la fuerza de la ley. La ley solo cambiará bajo la influencia de una opinión pública fuerte y bien organizada. Necesitamos el compromiso de personas como vosotros, que sois líderes y podéis influenciar a grandes segmentos de la opinión pública para crear presión. Necesitamos desesperadamente esa presión sobre los gobiernos para obligarles a actuar enérgicamente y enfrentarse al poder corporativo.

Tal vez penséis que estoy realizando acusaciones generales. Para concluir esta conferencia, dejadme hablar brevemente sobre algunas de las estrategias corporativas orientadas a obtener una mayor libertad y mayores beneficios. Puesto que nos queda poco tiempo, voy a dejar de lado los detalles sobre el poder de las empresas más grandes y ricas del mundo. También dejaré de lado los sectores del transporte terrestre y aéreo, así como las empresas, especialmente situadas en el Sur, involucradas en la desforestación masiva. Las empresas involucradas pueden ser públicas o privadas. Esta es mi breve selección de influencias corporativas poco conocidas sobre el aumento del cambio climático.

Lobbies

El uso corporativo de los lobbies ha crecido exponencialmente estas últimas décadas. Los lobbies son ahora una de las principales industrias de servicios, con muchos miles de millones de dólares. Se pueden distinguir tres tipos: el primero es el más simple y directo: empresas individuales contratan personal interno de publicidad, comunicaciones y relaciones públicas para presentar su mejor cara y perspectiva, no solo para mejorar las ventas sino también para influir sobre la opinión pública, los líderes de opinión, los medios y los gobiernos. Ejemplo: una gran empresa de petróleo como BP decide renovar su imagen como “empresa energética” aunque el 98 por ciento de sus actividades consiste en combustibles fósiles y las fuentes renovables apenas suponen una mínima parte.

Segundo: las empresas promueven la denegación del cambio climático. Por ejemplo, Exxon-Mobil aprendió hace casi cuarenta años de sus propios científicos que el cambio climático es una realidad peligrosa, pero aun así ha seguido gastando millones para financiar a “think-tanks” y científicos corruptos cuyo único trabajo es aportar argumentos y propaganda, supuestamente demostrando que el cambio climático es inexistente o no es nada de lo que haya que preocuparse. Cuantos más negadores del cambio climático puedan crear, más tiempo pueden obstruir que la legislación controle su comportamiento. Los lobistas saben que suele bastar con crear la suficiente duda y ya han tenido un éxito brillante en los Estados Unidos. Aquí, según encuestas recientes, una de cada cuatro personas duda de, o niega, la realidad del cambio climático. Ningún candidato republicano a un cargo público, incluyendo a Donald Trump, se arriesgará a decir en público que el cambio climático existe: estamos hablando del país que, como sabéis, es con diferencia el mayor emisor por cápita de gases de efecto invernadero en el mundo.

Finalmente, estas empresas también pertenecen invariablemente a las organizaciones de lobby que abarcan toda la industria, cuyo papel es defender los intereses de todo el sector: por ejemplo, luchar contra cualquier decisión de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos o normativas europeas. Los países donde la industria del petróleo es un factor clave del propio gobierno, como China o Arabia Saudí, presentan problemas específicos con los que sus ciudadanos apenas están preparados para tratar.
En dichos casos, la única estrategia factible es reducir la demanda total de combustibles fósiles.

Subsidios

La siguiente información se ha extraído de un Informe del Fondo Monetario Internacional de 2013, una señal de progreso puesto que el cambio climático no había sido abordado previamente por el FMI. Los subsidios a los combustibles fósiles son un fenómeno mundial. Algunos permiten que los consumidores paguen menos que el coste de suministro; otros permiten a las corporaciones descargar los costes del daño medioambiental que generan. Los economistas llaman a estos daños “externalidades”, como la polución, la contaminación de los suministros de agua o la limpieza de los sitios de extracción, y estos costes deben ser pagados por los gobiernos… o no pagados en absoluto, lo que conlleva un mayor coste para la salud pública, etc. Según el FMI, el coste total de los subsidios a los combustibles fósiles alcanza unos sorprendentes 1.900.000.000.000$ (un billón novecientos mil millones de dólares). Si todas estas ayudas financieras injustificables de los gobiernos fueran eliminadas, y las empresas tuvieran que pagar por sus propias externalidades, el Fondo calcula que conllevaría un descenso del 13 por ciento de todas las emisiones globales de CO2.

Los subsidios no solo hacen que los combustibles fósiles sean irrealmente baratos y que las fuentes de energía renovable lo tengan difícil para competir; también reducen el gasto gubernamental para propósitos mucho más importantes. En el África subsahariana, los gobiernos están gastando una media de un tres por cierto de sus presupuestos en subsidios: la misma cantidad que invierten en salud pública. La mayoría de estos subsidios benefician a personas que ya son ricas: los africanos pobres no poseen coches y ni siquiera están conectados a la red eléctrica. Lo mires como lo mires, los subsidios a la energía de combustibles fósiles son innecesarios, caros y dañinos.

Así que me alegré al saber de nuestros amigos marroquíes aquí presentes que Marruecos ya ha dejado obsoletos los subsidios a los combustibles fósiles para poder invertir considerablemente en las renovables. Y aún más, lo hicieron en tan solo 18 meses, demostrando que se pueden hacer cambios importantes con rapidez. Así que bravo por Marruecos, que debería ser un modelo para todos los países.

Tratados comerciales bilaterales y multilaterales

Estos tratados, invariablemente, incluyen cláusulas denominadas “arbitraje de diferencias estado-inversor” (o ISDS, por sus siglas en inglés) que permiten a los inversores corporativos extranjeros, y solo a los extranjeros, demandar a gobiernos soberanos ante tribunales de arbitraje formados por tres árbitros-abogados privados para cualquier nueva legislación que la empresa considere que pueda dañar a sus beneficios presentes o, incluso, futuros. Por ejemplo, la eliminación de subsidios seguramente será considerada una amenaza y las empresas extranjeras que los reciban demandarán sin duda alguna al gobierno. Unos pocos casos actuales incluyen la demanda (y victoria) de Occidental Petroleum contra Ecuador por negarse a permitir perforaciones en un área ecológicamente protegida. El tribunal concedió a Occidental una compensación de mil setecientos millones de dólares. La empresa Lone Pine ha demandado a la provincia de Quebec por 250 millones de dólares porque le denegó el permiso de hacer fracking en la cuenca del río Saint Lawrence. En cuanto Obama vetó el oleoducto Keystone con el que se pretendía transportar unas arenas de alquitrán particularmente sucias desde Alberta (Canadá) hasta el Golfo de México, la empresa canadiense TransCanada demandó a los Estados Unidos exigiendo 15 mil millones de dólares. A menudo, basta con amenazar con la acción legal del ISDS para hacer que un país se los piense dos veces antes de aprobar una ley para proteger a su gente o al medioambiente. Un gobierno puede “ganar” contra una empresa (como lo ha conseguido en un 35% de los casos hasta la fecha) pero nunca puede ganar realmente puesto que, al haber firmado un tratado, no puede rechazar la demanda y los costes del arbitraje privado ascienden a millones de dólares. Las empresas de servicios de combustible fósil y petróleo también pueden demandar a un gobierno para desalentar a otros gobiernos de realizar cambios similares.

Para concluir en breve, permitidme decir que mi esperanza ferviente es que todas las personas hoy presentes saldrán de este seminario comprendiendo que la toma del poder por parte de las corporaciones está en camino y que supondrá una contribución fatal al geocidio. También espero que, además de vuestros compromisos profesionales o voluntarios, aceptaréis la responsabilidad adicional de dar a conocer, y luchar contra, este geocidio. Pese a los esfuerzos de buenas personas en todo el mundo para reducir las huellas de carbono individuales, no será suficiente a menos que obliguemos a las estructuras actuales a promover que los combustibles fósiles cambien o desaparezcan.

A menudo me preguntan si soy optimista o pesimista. No soy ninguno de los dos. No conozco el futuro. Pero tengo esperanza. Creo que aún tenemos una oportunidad; que los seres humanos pueden superar incluso amenazas tan aterradoras como la del geocidio. A muchas personas se les puede incitar a la acción gracias a activistas de los derechos humanos y líderes religiosos. Asegurémonos todos juntos de que nuestro peregrinaje común nos lleva a este resultado.

Memorias y Balances de las 55 Cooperativas del Plan Argentina Trabaja de Quilmes 2009-2013

Informes aprobados y presentados al INAES, incluyendo material para el debate sobre subsidios y nuevo sistema financiero internacional, documentos públicos aportados por las Cooperativas que hoy integran el Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe.

 

Se cumplen 5 años desde el inicio del PLAN ARGENTINA TRABAJA y ésta Cooperativa. A lo largo del cual nos hemos incluido por distintos caminos como protagonistas del País. No solo hemos hecho obras, sino que hemos tenido un protagonismo social y político junto al Estado Municipal y Nacional. No solo somos parte de la ampliación de la ampliación de nuevos derechos, sino como se demostrará a lo largo de ésta extensa Memoria parte de un sistema nacional e internacional emergente.

No solo pidiendo o reclamando, sino también proponiendo, como cuando hicimos en la Universidad de Buenos Aires el Congreso fundador de Barrio Unidos y Organizados por el Hábitat (BUOH), para proponer un sistema de financiamiento no bancario de la vivienda popular. No existía entonces el PROCREAR. La propuesta se elaboró para superar el déficit de 3.386.000 viviendas que marcó el Censo de 2010.

La propuesta siguió creciendo y se la elevamos para todos los barrios pobres del mundo a Francisco, cuando fue elegido Papa con el nombre de Sistema Universal Solidario. Y nos contestó que era buena idea y había que seguir trabajándola. Se lo elevamos como Federación de Cooperativa de Trabajo Quilmeñas, junto al Dr. Eugenio Zaffaroni, Clelia Luro de Podestá y las Empresas Recuperadas. Y la idea salió de nosotros y la vamos a llevar adelante.

Y podríamos haber hecho mucho más cosas sino hubiera sido por la agresión y los agravios de Lanata y Canal 13 que difamaron nuestro trabajo, produciendo serios daños a nuestros barrios, a nuestras Cooperativas. Y encontramos nuevas formas de hacer política junto al “Barba” Gutiérrez. Es la primera vez que los paredones de Quilmes se llenan de cuadros de artistas quilmeños y no quilmeños. Lo hicimos las Cooperativas del Plan Argentina Trabaja; y muchos de nosotros con el Plan Fines, terminamos la primaria y la secundaria.

Hemos logrado muchos oficios y nos capacitamos y la Cooperativa ha resultado una base muy buena para crecer a cualquier edad. Ha fortalecido claramente la familia. Por todas estas razones el Grupo Clarín a través del programa de Jorge Lanata del 13 de Septiembre del 2012 nos ha producido un grave daño como persona jurídica en términos patrimoniales y como personas físicas en términos de daño moral, daño a la imagen, y a todos los derechos personalísimos. Los daños se deben reparar tal como se indica en ésta Memoria.

El programa de show, pretendidamente periodístico, produjo la ruptura de la ecuación empresaria de la cooperativa que se expresa claramente en éste balance por pérdida de trabajos, caída de facturación al Programa Argentina Trabaja, ruptura de la confianza de proveedores. Lo que a su vez produce un gran daño colectivo sobre los sectores más desprotegidos de la sociedad. Toda vez que el Programa Argentina Trabaja dirigió el 100 % de sus obras a esa franja social. La disminución de las mismas afectó a los 150.000 quilmeños que siguen viviendo en calles de tierra. A la vez que la desconfianza generada en las Cooperativas, generó la pérdida de chances de las mismas. El daño se originó en el silencio y la omisión del 99,5 % de las obras y la tergiversación mal intencionada del 0,5 % que fue editado y puesto al aire.

La línea editorial del Grupo Clarín – Goldman Sachs ha tenido una continuidad histórica de décadas instigando al genocidio como práctica social. Dentro de esa continuidad se inserta la campaña de tergiversación sistemática hacia las políticas del gobierno nacional. Dentro del cual está mirar la confianza de las bases sociales como prioridad. Para eso mienten sobre el Programa Argentina Trabaja. Atento a la magnitud del daño es imperioso la formación de un Littis Consorcio en el marco del Artículo 88 del Código Civil y Comercial, que habilita a varias partes a demandar en un mismo proceso cuando las acciones sean conexas por el título o por el objeto o por ambos elementos a la vez.

 

ÍNDICE

  • INTRODUCCION
  • LAS COOPERATIVAS”ARGENTINA TRABAJA COMO PARTE DE LA RED MUNDIAL DE SUBSIDIOS
  • LA CRISIS MUNDIAL INICIADA EN EL 2008: EL ICEBERG SE VE COMPLETO – Documento textual entregado por el Movimiento Helder Cámara al Papa Francisco y a la Academia Pontificia de Ciencias – Roma Junio del 2014
  • ¿QUÉ ES UN SUBSIDIO?
  • UTEP (UNION DE TRABAJADORES DE LA ECONOMIA POPULAR)
  • EL MARCO IMPOSITIVO DE LAS COOPERATIVAS
  • APROBACION COMPLETA DE TODO LO ACTUADO POR LOS ORGANOS DE CONTROL
  • INFORME ROÑA BECKERMAN III – EL PROGRAMA “ARGENTINA TRABAJA” COMO QUIEBRE DEL CAPITAL SIMBOLICO DEL GENOCIDIO COMO PRACTICA SOCIAL
  • DAÑOS Y PERJUICIOS PROVOCADOS POR ARTEAR – CANAL 13 – GOLDMAN SACHS Y JORGE LANATA
  • EL PROCESO PENAL DE LA DEUDA EXTERNA – LA GRAN CORRUPCION EN LA ARGENTINA
  • QUE HACER CON LA CRISIS DE BALANZA DE PAGOS Y EL FALLO DE LA CORTE DE ESTADOS UNIDOS
  • CONTRA ARGENTINA – PROGRAMA URGENTE
  • LAS OBRAS DEL EJERCICIO 2013

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Informe de la presentación del Observatorio de la Riqueza

  • Proponerse darle una nueva dimensión ética y moral al sistema financiero mundial desde el fin del mundo es una locura linda y colectiva. Pero parece ser concertada con la tradición argentina. Al decir de Álvaro Abos, tradición de brillantes locuras desde nuestros principios. (Adjunto)
  • El objetivo del Observatorio será Diseñar propuestas concretas para un Nuevo Sistema Financiero y Comunicacional Mundial a partir de la Encíclica Laudato Si
    Incorporar en la agenda de lucha de los pueblos el concepto de nueva moneda, nuevo sistema financiero impositivo y de subsidios a partir del Documento de las 3T del Papa Francisco

Pero nos detenemos en dos lindas locuras argentinas. De las que nos proponemos sacar esta tercera.
La primera se dio en los ´70. Cuando desde el Instituto Balseiro, allá en Bariloche, un grupo de científicos argentinos sintió tocado su orgullo. Encabezados por el fisco y Presidente del Instituto Mallman, organizaron la Fundación Bariloche para responderle desde el fin del mundo al Club de Roma, que busco ordenar el mundo por computadora por primera vez y llego a la conclusión de que había que frenar el crecimiento y congelar el statu quo mundial.
El Modelo Latinoamericano de los locos de Bariloche le salió exitosamente al cruce. Bien desde el Fin del Mundo.
Y llamó la atención de otro loco que paso de partisano Italiano a Presidente FIAT, Enrique Peccei. Y que fundó el Club de Roma para generar un sistema de cooperación mundial que superara el esquema de la guerra fría. Peccei, se enamoró de la respuesta argentina de los locos de Bariloche. Y decidió financiar el debate de las dos posiciones.
Una desde el poder tradicional mundial y otra desde los revoltosos y locos pueblos de Latinoamérica. La loca discusión tuvo una jerarquía internacional y fue ganada por el Modelo Latinoamericano en lo científico y en la honestidad intelectual. En la práctica los factores de poder desmontaron la honestidad intelectual triunfante a los tiros.
Los locos de Bariloche invernaron 43 años. Hasta el 2013.
Ese año, desde el fin del mundo, emergieron dos proyectos de locura. Un grupo de científicos jóvenes decidieron convertirse en argeneólogos de los espíritus sanos y recuperaron el modelo Latinoamericano- El que esperaba su resurrección en aquellas tarjetas perforadas de computación.
El mismo año, por primera vez en los 2000 años de historia un Papa del Sur, argentino, americano, latinoamericano, jesuita, descendiente de los mártires de la Iglesia Latinoamericana, pobre, brillante y contundente intelectual, llegaba para actualizar el mensaje de Cristo.
En sus palabras, el Espirito Santo, lo puso para eso. Lo que lo empuja a cambiar el mundo. Y lo inspira a convocar a un nuevo sistema financiero internacional que reemplace la actual obsolescencia por una nueva síntesis ética y moral financiera.
Así está escrito por Francisco en la Encíclica “Laudato Si”, la Casa Común del 2015.
¿Consumación divina de la cantera de locura argentina?
¿Elogio consagrado de la locura argentina?
¿Dios haciendo el gol con las dos manos y no con una?
¿Resurrección de los mártires latinoamericanos y del mundo?
¿El Plan de Dios del Concilio Vaticano II para unir a las religiones?
¿Cortázar, Borges, Leopoldo Marechal re-encarnados con olor a oveja?
¿La esperanza, la justicia y la paz innegociable?
¿El triunfo de la humildad?
¿El fin de la post – modernidad sin moral?
¿Todas las energías de bien en torno a un loco argentino?

Esta locura del año 13 convergió en torno a un movimiento que se inspiraba desde el 2011 en otros 3 locos: Monseñor Helder Cámara. Monseñor Jerónimo Podestá y Clelia Luro de Podestá.
Ese movimiento fue el puente de unión entre el Modelo Latinoamericano resurrecto y el Papa Francisco y sus nuevos Paradigmas.
La idea anidó en otra de las locuras argentinas prestigiadas en el mundo: El Movimiento de Empresas Recuperadas a través de IMPA, su fundadora.
Así fue como Francisco, escuchó la propuesta del Movimiento Helder Cámara y de IMPA – MNER y dio curso a un observatorio de la Riqueza para un Nuevo Sistema Financiero mundial Ético.
Y a ese loco objetivo lo estamos invitando. No importa su no especialidad, su no preparación. Si importa, su libertad creativa y no dogmática. Nadie puede tener toda la verdad para semejante locura. Pero todos pueden aportar su potencia humana.
Nadie buscará aquí personalismo, tan caro en estos días.
Todos podrán opinar y criticar en igualdad de condiciones.
El objetivo es uno. Los caminos diversos e imprevisibles. La calidad para empezar es óptima.
Y esa calidad está dada porque el sistema financiero actual no solo no es ético, sino que se muerde la cola. La deflación internacional sin piso es su entrada al Museo de la Historia.
Y basado en eso, es que ésta aparente locura propuesta por Francisco es una realidad inevitable. No sólo una necesidad moral.
Él lo resume en el punto 121 de la Encíclica:
“Es necesaria una nueva síntesis pendiente que supere falsas dialécticas de los últimos siglos”
Pequeña locura convocante de un Papa a toda la humanidad.
Hermosa locura de amor desesperado de los pueblos.
Allá vamos. Con la Alegría de los tres Chiflados. Y la Ciencia de Viaje a las Estrellas.
Préndete. Se libre. Lo demás no importa nada.

MOVIMIENTO HELDER CAMARA
Por la PAZ entre las RELIGIONES y los PUEBLOS
IMPA MNER – Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas

folleto-para-observatorio-b

Carta fundante del Padre Rafael Velazco al Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe, para un nuevo sistema financiero y comunicacional mundial

La otra cara de la Misericordia

Un ícono del año de la misericordia es el de la Parábola del Buen Samaritano (Lc. 10, 25 – 37). En ella Jesús señala claramente cuál es la actitud verdaderamente religiosa. El que se compadeció y se hizo cargo del que fue apaleado por los asaltantes, ese es, según Jesús, el que obró de acuerdo al corazón de Dios, porque obró con compasión, que es la virtud de Dios. Esa compasión –o misericordia- es el modelo de virtud en este año santo declarado por el papa Francisco.

Los abordajes a la parábola del Buen Samaritano por lo general prestan atención a este aspecto arriba señalado de la compasión con las víctimas; sin embargo hay otro rostro de la misericordia que sería bueno atender en la parábola: Supongamos que el hombre apaleado se recupera luego de la compasión activa del Samaritano y los cuidados del Posadero al que se le confía la recuperación definitiva; y luego vuelve al camino…y allí lo esperan otra vez los salteadores que vuelven a apalearlo y a dejarlo todo estropeado. ¿Qué hacer entonces? ¿Volver a lo mismo para que ocurra otra vez lo mismo?

Tal vez sería conveniente, entonces, buscar los modos de proteger a la víctima de volver a caer en manos de los asaltantes. Para eso entonces debemos prestar atención a estos últimos: sus estrategias, sus métodos y sus herramientas; de ese modo tal vez podamos hacer algo para que no vuelvan a ocurrir estos abusos, con lo que estaríamos protegiendo a las víctimas actuales y futuras.

En el sistema económico mundial hay claramente apaleadores y apaleados; y no alcanza con auxiliar –como buenos samaritanos- a las víctimas de un sistema que excluye, fuerza a la migración, margina en la pobreza, azota con inflación, devaluación y otros garrotes. Algo más hay que hacer, porque los apaleadores siguen sueltos mientras hombres y mujeres de buena voluntad nos ocupamos de atender a los heridos.

¿No será, entonces, una obra de misericordia fundamental denunciar a los apaleadores, sus estrategias y escondites? ¿No será una obra de compasión profunda proponer caminos alternativos más justos? ¿No será este un modo de aportar a la protección de los apaleados de siempre? Creemos que es misericordia activa intentar detener a los apaleadores y proponer caminos mejores.

Inspirados por este principio de Misericordia iniciamos este Observatorio sobre la Riqueza y el sistema Financiero Internacional Pedro Arrupe que pretende monitorear de algún modo un instrumento –la moneda- que en el contexto internacional simboliza las relaciones de poder. Señalar que hay quienes la usan como instrumento de apaleamiento de los más débiles, y proponer sistemas alternativos es una obra de misericordia que refleja nuestra opción de misericordia para con los más desfavorecidos.

El Observatorio lleva además, el nombre de Pedro Arrupe, Jesuita, Superior General de la Compañía de Jesús desde 1965 hasta 1983. Arrupe fue quien lideró a la Compañía de Jesús en un proceso de profunda conversión en favor de los pobres. Bajo su conducción la Compañía de Jesús expresó claramente –en la Congregación General 32- que su misión es el servicio de la Fe inseparablemente unido a la promoción de la Justicia, como una exigencia absoluta. Su impulso aún guía a los jesuitas y a los que participan de su espiritualidad e ideales.

También a nosotros, que creemos que Misericordia y Justicia son dos caras de la misma moneda.

Por eso, este Observatorio pretende ser nuestro modesto aporte a este Jubileo de Misericordia al que nos ha convocado nuestro Hermano Mayor Francisco.
PADRE RAFAEL VELAZCO
EX RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CÓRDOBA

PRESENTADA EN IMPA, BUENOS AIRES EL 30 DE MAYO DE 2016

Invitación a formar parte del Observatorio de la riqueza para un Nuevo Sistema Financiero y Comunicacional Mundial Padre Arrupe

Presentación del Observatorio de la Riqueza para un Nuevo Sistema Financiero y comunicacional mundial Ético Padre Pedro Arrupe
El día 30 de mayo a las 18 hs en IMPA Querandíes 4290 se realizará la presentación del Observatorio con la presencia de Guillermo Robledo, Padre Rafael Velazco, Eduardo Murúa, Raúl Zaffaroni, Mario Cafiero, Dr. Pablo Chena.
El grupo Fundante lo conforman:
Guillermo Robledo, Padre Rafael Velasco S.J., Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, Ing. Mario Cafiero, Eduardo Murúa, Dr. Pedro Biscay, Dr. José Sbatella. Hermano Marcelo Barros (Brasil), Abdul Karim Paz, Gustavo Efrom, Mameto Kamassi, Dr. Andrés Gallardo, Fray Jorge Alberto Bender, Atilio Borón, Lic. Leandro Bona, Maximiliano Braunschweig, Sonia Tobal, Clelia Isasmendi, Sebastián Maissa, Ramona Romero, Silvana Daer, Sandra Maturano. María Mendoza, Clara Isasmendi, Nanina Isasmendi, Gervasio Romero, Juan Carlos Bonolo. Marcelo Castillo, Oracio Campos, José Luis Pavón, Horacio Monzón, MNER, Damián Regalini, Mario Sosa, GIA Grupo de Industriales argentinos, Grupo científicos de la UBA Ciencias Exactas, Leda Cejas,
Proponerse darle una nueva dimensión ética y moral al sistema financiero mundial desde el fin del mundo es una locura linda y colectiva. Pero parece ser concertada con la tradición argentina. Al decir de Álvaro Abos, tradición de brillantes locuras desde nuestros principios. (Adjunto)
El objetivo del Observatorio será Diseñar propuestas concretas para un Nuevo Sistema Financiero y Comunicacional Mundial a partir de la Encíclica Laudato Si
Incorporar en la agenda de lucha de los pueblos el concepto de nueva moneda, nuevo sistema financiero impositivo y de subsidios a partir del Documento de las 3T del Papa Francisco
Pero nos detenemos en dos lindas locuras argentinas. De las que nos proponemos sacar esta tercera.
La primera se dio en los ´70. Cuando desde el Instituto Balseiro, allá en Bariloche, un grupo de científicos argentinos sintió tocado su orgullo. Encabezados por el fisco y Presidente del Instituto Mallman, organizaron la Fundación Bariloche para responderle desde el fin del mundo al Club de Roma, que busco ordenar el mundo por computadora por primera vez y llego a la conclusión de que había que frenar el crecimiento y congelar el statu quo mundial.
El Modelo Latinoamericano de los locos de Bariloche le salió exitosamente al cruce. Bien desde el Fin del Mundo.
Y llamó la atención de otro loco que paso de partisano Italiano a Presidente FIAT, Enrique Peccei. Y que fundó el Club de Roma para generar un sistema de cooperación mundial que superara el esquema de la guerra fría. Peccei, se enamoró de la respuesta argentina de los locos de Bariloche. Y decidió financiar el debate de las dos posiciones.
Una desde el poder tradicional mundial y otra desde los revoltosos y locos pueblos de Latinoamérica. La loca discusión tuvo una jerarquía internacional y fue ganada por el Modelo Latinoamericano en lo científico y en la honestidad intelectual. En la práctica los factores de poder desmontaron la honestidad intelectual triunfante a los tiros.
Los locos de Bariloche invernaron 43 años. Hasta el 2013.
Ese año, desde el fin del mundo, emergieron dos proyectos de locura. Un grupo de científicos jóvenes decidieron convertirse en argeneólogos de los espíritus sanos y recuperaron el modelo Latinoamericano- El que esperaba su resurrección en aquellas tarjetas perforadas de computación.
El mismo año, por primera vez en los 2000 años de historia un Papa del Sur, argentino, americano, latinoamericano, jesuita, descendiente de los mártires de la Iglesia Latinoamericana, pobre, brillante y contundente intelectual, llegaba para actualizar el mensaje de Cristo.
En sus palabras, el Espirito Santo, lo puso para eso. Lo que lo empuja a cambiar el mundo. Y lo inspira a convocar a un nuevo sistema financiero internacional que reemplace la actual obsolescencia por una nueva síntesis ética y moral financiera.
Así está escrito por Francisco en la Encíclica “Laudato Si”, la Casa Común del 2015.
¿Consumación divina de la cantera de locura argentina?
¿Elogio consagrado de la locura argentina?
¿Dios haciendo el gol con las dos manos y no con una?
¿Resurrección de los mártires latinoamericanos y del mundo?
¿El Plan de Dios del Concilio Vaticano II para unir a las religiones?
¿Cortázar, Borges, Leopoldo Marechal re-encarnados con olor a oveja?
¿La esperanza, la justicia y la paz innegociable?
¿El triunfo de la humildad?
¿El fin de la post – modernidad sin moral?
¿Todas las energías de bien en torno a un loco argentino?
Esta locura del año 13 convergió en torno a un movimiento que se inspiraba desde el 2011 en otros 3 locos: Monseñor Helder Cámara. Monseñor Jerónimo Podestá y Clelia Luro de Podestá.
Ese movimiento fue el puente de unión entre el Modelo Latinoamericano resurrecto y el Papa Francisco y sus nuevos Paradigmas.
La idea anidó en otra de las locuras argentinas prestigiadas en el mundo: El Movimiento de Empresas Recuperadas a través de IMPA, su fundadora.
Así fue como Francisco, escuchó la propuesta del Movimiento Helder Cámara y de IMPA – MNER y dio curso a un observatorio de la Riqueza para un Nuevo Sistema Financiero mundial Ético.
Y a ese loco objetivo lo estamos invitando. No importa su no especialidad, su no preparación. Si importa, su libertad creativa y no dogmática. Nadie puede tener toda la verdad para semejante locura. Pero todos pueden aportar su potencia humana.
Nadie buscará aquí personalismo, tan caro en estos días.
Todos podrán opinar y criticar en igualdad de condiciones.
El objetivo es uno. Los caminos diversos e imprevisibles. La calidad para empezar es óptima.
Y esa calidad está dada porque el sistema financiero actual no solo no es ético, sino que se muerde la cola. La deflación internacional sin piso es su entrada al Museo de la Historia.
Y basado en eso, es que ésta aparente locura propuesta por Francisco es una realidad inevitable. No sólo una necesidad moral.

Él lo resume en el punto 121 de la Encíclica:
“Es necesaria una nueva síntesis pendiente que supere falsas dialécticas de los últimos siglos”
Pequeña locura convocante de un Papa a toda la humanidad.
Hermosa locura de amor desesperado de los pueblos.
Préndete. Se libre, con audacia lo logramos
MOVIMIENTO HELDER CAMARA
Por la PAZ entre las RELIGIONES y los PUEBLOS
IMPA MNER – Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas

Del loco peligroso al loco lindo. Elogio de la locura argentina

NOMADA – ABRIL DE 2007 – NRO. 4

ALVARO ABOS
“Los argentinos pasan de la euforia a la depresión en segundos. Hoy se sienten los reyes del mundo y mañana, los insectos más despreciables. Son personajes de Dostoievski, por decirlo más claro…” Vittorio Gassman
En todo argentino hay algo de loco. Y la parte de loco que tiene cada argentino es, a veces, la mejor. ¿Qué otra cosa puede decirse de un país cuyo mejor representante, en el siglo IXI era llamado el “loco Sarmiento”? Primero se lo decían a guisa de insulto: queriendo decir que siendo como era, una persona desmesurada, daba miedo confiarle el desino del país, su presente y futuro. Cuando se entendió que era desmesurado porque no había medida para contener su fuerza y su talento, contar con semejante “loco” pasó a ser un timbre de orgullo.

Desde el loco Sarmiento a las locas de la Plaza de Mayo, pasando por los siente locos de Roberto Arlt, mucha agua ha corrido bajo el puente. Ha habido locos estentóreos. Unos pocos silenciosos. Algunos eran más locos que otros. De varios puede preguntarse el lector qué tenían de locos. Se dirá, quizá, que, “esa locura” era el nombre que se les daba a otros atributos, ya sea el genio, ya sea la originalidad. ¿La notoriedad?

En algunos casos, fueron locos por geniales. Estaban los locos malos, los locos mansos, algunos casi santos. Todos, por locos, eran distintos, o quizás por ser distintos los llamaban locos. El loco es el que desafiaba al rebaño. El que se anima a hacer los que otros no hacen. Los locos y los niños dicen grandes verdades, porque no padecen los frenos sociales que conllevan tanto la cordura como la adultez, o bien los rompen. Una variante inofensiva del loco el – “bobo” -, fue elegida por Macedonio Fernández para escribir una serie de textos chaplinescos que firmaba como “El bobo de Buenos Aires”. Escondido tras la máscara inofensiva del bobo, Macedonio disparaba los dardos de su humor funámbulo. El propio Macedonio, como es sabido, fue sospechoso de estar algo “tocado”.

En el país del psicoanálisis y su precisa nomenclatura que impregna en el lenguaje de todos los días, la palabra “loco”, paradójicamente, rueda por las locuciones populares con significados diferentes. Así, va de lo peyorativo al elogio, de establecer distancia a hacer de bisagra íntima, de enmarcar grados de una supuesta normalidad a una marca del coraje. Pero también los argentinos decimos “loco” para designar la desmesura y la genialidad.

En la primera edición de su historia de la literatura hispanoamericana (1954), Enrique Anderson Imbert insinúa que el autor de No todo es vigilia la de los ojos abiertos padeció, en sus últimos años, alguna disminución en las facultades mentales. En ediciones posteriores corrigió el juicio. De todas maneras, de haberlo conocido Macedonio – muerto en 1952 – habría sonreído porque tenía por condecoración ser adscripto a esa locura que él consideraba divina.
“Quereme así, piantao”

Un “loco”, en el sentido superlativo y excéntrico que tanto ocupa el interés de los argentinos, es en alguna forma un creador: por algo, a la imaginación se la llama “la loca de la casa”. Y ya se sabe que la imaginación es lo imprevisible de cada uno.

La aparición de un loco nadie la espera y cuando sobreviene, a todos inquieta. En el barro de “lo loco” chapalean artistas, deportistas, criminales, santos. Payasos, prostitutas, timadores. También inventores: locos por definición, por rompedores de límites y grandes ilusos ya que crean algo diferente donde no había nada. En general, a los locos primero se los condena, y solo cuando la sociedad no puede eludir el peso de la “locura”, se los canoniza. A las madres de detenidos sin paradero que en pleno Proceso comenzaron a caminar cada jueves por la Plaza de Mayo, la dictadura las llamo “locas” para denigrarlas. Así se tituló: Las locas de la Plaza de Mayo el primer libro que se escribió sobre ellas.

Desde que Desiderius Erasmus Rotterdemus, también conocido como Erasmo de Rotterdan, publicó en 1509, su Elogio de la locura (Moriae encomium), un corto libro en el que le da la palabra a la locura para que se defienda a sí misma, ella tiene un atractivo que difícilmente pueda equiparar su contrario, la cordura. Entre los argentinos decirle a alguien “loco”, conlleva admiración y un matiz de cariño. En 1976, una historieta comenzó a publicarse cada día en el diario Clarín. Sus autores bautizaron al protagonista, un muchacho común y corriente, como “El loco Chávez”. La tira reflejaba la vida de la ciudad de Buenos Aires, en un registro costumbrista. El personaje era un cualquiera, pero había algo en él que lo convocaba a ser un héroe, aunque un héroe cotidiano, hecho de carne y hueso y o de bronce. Ese era su atractivo: era un “loco” que todos podían ver a la vuelta de la esquina.

En las siete visitas que Vittorio Gassman hizo a la ciudad de Buenos Aires, captó con agudeza ese afán de desmesura que late en el fondo de cada argentino y que difícilmente se canaliza en virtudes como la modestia, la prolijidad, la sencillez y la menudencia. ¡Che, que loco!, se titulaba una película que hizo Pepe Iglesias “El Zorro” cuando en España, allá por los años 50 del siglo XX, aquel cómico era un argentino prototípico: su cualidad más destacada era la astucia revestida de simpatía, el “verso”. Doy fe de que muchos españoles recordaban veinte años después el título del film como una marca de identidad de los argentinos.

“Que haces loco” es una forma coloquial de saludo que ha resistido todas las modas. “Loco Lindo” y “loco de varano” son expresiones argentinas que aluden con un matiz simpático a manías y excentricidades. Otras derivaciones de la palabra, en cambio, no han sobrevivido al paso del tiempo. Por ejemplo, aquella exquisitez gastronómica muy gustada en las confiterías de los años cincuenta: el “locatelli”, un sándwich.

Los diccionarios de argentinismos abundan en sinónimos de la palabra loco: colifa, colifato, piantado, revirado, todos términos ya antiguos, y otros más cercanos como “estar del tomate”. ¿Tienen algo en común? En cambio, la lengua de los argentinos no registra una expresión usual en España: “ido”. Las formas argentinas de designar la locura eluden ese matiz que tiene algo de evanescente. Lo que si abunda es el énfasis, tan argentino: alguien que es muy loco, es un “loco de la guerra”. De alguien que está muy contento, los argentinos dirán que está “Loco de contento”. Que “Fulano es loco” suele querer decir que Fulano es extra-ordinario. Una cualidad que sobreviene: no suele ser connatural, sino adquirida; así, por ejemplo, Zutano “se volvió loco”.
Locos sublimes

¿Quiénes integrarían un olimpo de locos argentinos? La elección es personal. Entre los escritores locos. Incluiría a Emilio Lascanao Tegui, un muchacho entrerriano que era dentista pero se construyó una falsa identidad como noble, firmando su obra como el Vizconde de Lascano Tegui. Por supuesto, no puede faltar el gran Jacobo Fijman, un loco manso y maravilloso, un loco iluminado. Contemporáneo de Lascano Tegui fue Omar Vignole, el hoy olvidado autor de El hombre de la vaca. Un escritor popularísimo en la década. Del ´30 que se paseaba por Florida con una vaca atada al cuello – incuso viajó a Europa con ella – y una vez la llevó a defecar en las escaleras del Congreso para expresar su opinión sobre los políticos. ¿Era loco o era clarividente? Vignole o Lascano Tegui pertenecían a la falange de los “raros”: lo excéntrico es una faceta del loco, no la única. Locura o más bien travesura fue la de Oliverio Girondo, quien para publicitar su libro de poemas Espantapájaros hizo construir un muñeco de papier.maché, al que paseaba por Buenos Aires en un mateo. Luego lo instaló en un local de Florida y allí vendió cinco mil ejemplares de su libro lo que más que locura es una hazaña aún hoy extraordinaria.

El delirio es una característica del loco que muchos escritores han desarrollado. Por ejemplo, Jorge Damonte Botana, el gran Copi. Tenía a quien salir, ya que era nieto de una “loca” total: Salvadora Medina Onrubia, la corajuda, original inimitable, talentosa e infortunada musa y colaboradora incansable de Natalio Botana en esa empresa loca que fue el diario Crítica. O el no menos talentoso Cesar Bruto, es decir Carlos Warnes, un señor que no tenía nada de loco – era muy serio – pero que supo crear un personaje delirante, inverosímil, tocado por la locura idiomática, tanto que inventó una jerga propia, un idioma argentino macarrónico.

Locos sublimes son los inventores, al mismo tiempo racionales y desequilibrados, pues son capaces de agregar una innovación al saber aunque a veces el invento y la superchería están separados por un hilo delgado. ¿ Acaso no hay que estar un poco loco para descubrir que una bolita embebida en tinta era la mejor manera de escribir sobre papel? Genial idea del húngaro argentinizado Ladislao José Biro, el inventor de la birome. ¿Y qué decir de aquel Juan Baigorri Velar, que había inventado la máquina de hacer llover?

A veces la locura tiene una connotación feliz: los locos mansos como Jacobo Fijman o Macedonio Fernández parecen encontrar cierta paz en su ensoñación. Pero muchas veces la locura es sombría: recuérdese el caso de tantos creadores sublimes que se hundieron en una locura atroz, como la de Vincent Van Gohg o Federico Nietzche. Quizás fue el caso de Vito Dumas, nuestro navegante solitario. Pocos argentinos como este gran deportista accedieron a la celebridad mundial con tantos y tan buenos pergaminos. Vito Dumas dio varias vueltas al mundo a bordo de una embarcación frágil. Absolutamente solo. Una hazaña que aún hoy medio siglo después y con embarcaciones mil veces más sofisticadas, es admirada por los navegadores. Sin embargo la soledad abismal de los océanos lo perturbó, amargándole los últimos años. Agréguese que, por haber recibido honores del presidente Perón, caído éste, Vito Dumas fue cuestionado. Vito Dumas cayo en el pozo negro de la depresión. Otro final tristísimo fu el del pequeño duende de la poesía argentina, Alejandra Pizarnik.

Entre los futbolistas, recuerdo haber gozado mucho con dos locos maravillosos. Orestes Omar Corbata fue mi loco favorito, por racinguista. En segundo lugar, Hugo Orlando Gatti, el crack que, como un Cristóbal Colón en los mares, se lanzó a una conquista insólita: convertir al arquero de mero bastión defensivo en un jugador de campo y hasta en un armador de ataques.

Yo por ejemplo no dejaría afuera de una galería de locos porteños a un Astor Piazolla, pero no por haber musicalizado aquella Balada para un loco que le escribió Horacio Ferrer, sino por la división locura de sus setecientas obras: un rio de horas y horas de música, una desmesura creativa fogueada por la locura de un genio musical contra viento y marea, contra la opinión de su tiempo y contra la doxa tanguera. Pero si Piazolla era loco, que decir de don Vicente Piazzola, Nonino –si, el del Adiós Nonino-, el padre de Astor, ese peluquero argentino inmigrante en Nueva York que le compro un bandoneón a su hijo Astor, de 12 años, cuando este pibe argentino odiaba el bandoneón y solo se interesaba por el jazz. ¿Era un visionario don Vicente? Quizá simplemente tenía esa fe ciego en una visión anterior que en la materia de todos los Quijotes del mundo, esos locos. Gracias, don Vicente.
¡Estamos todos locos!

En 1982, en el periódico La República, editado por exiliados argentinos en Paris. Julio Cortázar escribió su particular Elogio de la Locura, un texto en el cual asume la militancia del poeta que prefiere la fantasía a la realidad advierte cómo “la razón se rompe los dientes con una realidad que no se deja ir ni se dejará atrapar por las frías armas de la lógica, la ciencia pura y la tecnología”. Cuando la realidad como entonces, tomaba los aciagos rasgos de una tiranía, el poeta, con su sub-realismo, o realismo del loco, subvertía el poder.

“¡Estamos todos locos!”

Esa expresión coloquial se ha hecho muy popular. Generalmente se la formula como pregunta retórica. Es decir, una pregunta que en sí misma conlleva la respuesta.

Pero, ¿estamos todos locos?

La expresión alude a algo que se considera absurdo, un proyecto irrealizable, una pretensión imposible.

Mientras tanto, la palabra “loca” conserva connotaciones sexuales denigrantes. Cuando se afirma de una mujer que “es loca” se quiere decir que es, poco más o menos una prostituta o al menos, “ligera de cascos”. El tratamiento coloquial de los homosexuales abunda en el calificativo “loca”, recogido y amplificado por una obra de teatro y un film: La jaula de las locas.

El loco, a partir de Miguel de Cervantes Saavedra, es bocado muy apetitoso para un escritor.

Los locos argentinos dan mucho jugo y me pasaría largo tiempo escribiendo sobre ellos. Quizá con la esperanza de que se me pegue algo del delirio ¿sublime?, ¿pedestre? De estos argentinos únicos.

Estar loco, al fin y al cabo, es una manera de estar vivo.
Alvaro Abós. Narrador ensayista y periodista, autor de las biografías d Macedonio Fernández, Ntalio Botana y Xul Solar. Entre sus muchos libros destacan la novela El simulacro y los relatos de La baja trece.
Proponerse darle una nueva dimensión ética y moral al sistema financiero mundial desde el fin del mundo es una locura linda y colectiva. Pero parece ser concertada con la tradición argentina. Al decir de Álvaro Abos, tradición de brillantes locuras desde nuestros principios.

Dentro de esos inventarios se suma ganar un mundial de futbol con la mano y con el mejor gol de la historia a la vez. Con la mano y con un cuerpo agacelado. Con la locura de la mano de Dios y la cordura de la sublime elegancia de barrilete Cósmico.

Que se enredó en aquel Cristo Cósmico que vio Theilhard de Chardin.

La locura de transformar el drama argentino en Genocidio Argentino por prepotencia de soberanía nacional. Sin pedir permiso al Consejo de Seguridad de las Naciones unidas. Y ser admirados y enseñar al mundo.

La locura de un año crear 17 monedas que valían igual que el dólar sin necesidad de crédito ni sistema bancario.

La locura de una sociedad con una grieta monetaria en torno a dos monedas. La nacional para los pobres y el dólar para los ricos. La locura de soportar a lo largo de cuarenta años, si cuatro décadas, las tasas de interés locales más alto del mundo.

Y podemos seguir. Pero nos detenemos en dos lindas locuras argentinas. De las que nos proponemos sacar una tercera.

La primera se dio en los ´70. Cuando desde el Instituto Balseiro, allá en Bariloche, un grupo de científicos argentinos sintió tocado su orgullo. Encabezados por el fisco y Presidente del Instituto Mallman, organizaron la Fundación Bariloche para responderle desde el fin del mundo al Club de Roma, que busco ordenar el mundo por computadora por primera vez y llego a la conclusión de que había que frenar el crecimiento y congelar el statu quo mundial.

El Modelo Latinoamericano de los locos de Bariloche le salió exitosamente al cruce. Bien desde el Fin del Mundo.

Y llamo la atención de otro loco que paso de partisano Italiano a Presidente FIAT, Enrique Peccei. Y que fundó el Club de Roma para generar un sistema de cooperación mundial que superara el esquema de la guerra fría. Peccei, se enamoró de la respuesta argentina de los locos de Bariloche. Y decidió financiar el debate de las dos posiciones.

Una desde el poder tradicional mundial y otra desde los revoltosos y locos pueblos de Latinoamérica. La loca discusión tuvo una jerarquía internacional y fue ganad por el Modelo Latinoamericano en lo científico y en la honestidad intelectual, En la práctica los factores de poder desmontaron la honestidad intelectual triunfante a los tiros.

Los locos de Bariloche invernaron 43 años. Hasta el 2013.

Ese año, desde el fin del mundo, emergieron dos proyectos de locura. Un grupo de científicos jóvenes decidieron convertirse en argeneologos de los espíritus sanos y recuperaron el modelo Latinoamericano- El que esperaba su resurrección en aquellas tarjetas perforadas de computación.

El mismo año, por primera vez en los 2000 años de historia un Papa del Sur, argentino, americano, latinoamericano, jesuita, descendiente de los mártires de la Iglesia Latinoamericana, pobre, brillante y contundente intelectual, llegaba para actualizar el mensaje de Cristo.

En sus palabras, el Espirito Santo, lo puso para eso. Lo que lo empuja a cambiar el mundo. Y lo inspira a convocar a un nuevo sistema financiero internacional que reemplace la actual obsolescencia por una nueva síntesis ética y moral financiera.

Así está escrito por Francisco en la Encíclica “Laudato Si”, la Casa Común del 2015.

¿Consumación divina de la cantera de locura argentina?

¿Elogio consagrado de la locura argentina?

¿Dios haciendo el gol con las dos manos y no con una?

¿Resurrección de los mártires latinoamericanos y del mundo?

¿El Plan de Dios del Concilio Vaticano OO para unir a las religiones?

¿Cortazar, Borges, Leopoldo Marechal re-encarnados con olor a oveja?

¿La esperanza, la justicia y la paz innegociable?

¿El triunfo de la humildad?

¿El fin de la post – modernidad sin moral?

¿Todas las energías de bien en torno a un loco argentino?
Estas dos locuras del año 13 convergieron en torno a un movimiento que se inspiraba desde el 2011 en otros 3 locos: Monseñor Helder Cámara. Monseñor Jerónimo Podestá y Clelia Luro de Podestá.

Ese movimiento fue el puente de unión entre el Modelo Latinoamericano resurrecto y el papa Francisco y sus nuevos Paradigmas.

La idea anido en otra de las locuras argentinas prestigiadas en el mundo: El Movimiento de Empresas Recuperadas a través de IMPA, su fundadora.

As fue como Francisco, escucho la propuesta del Movimiento Helder Cámara y de IMPA – MNER y dio curso a un observatorio de la Riqueza para un Nuevo Sistema Financiero mundial Ético.

Y a ese loco objetivo lo estamos invitando. No importa su no especialidad, su no preparación. Si importa, su libertad creativa y no dogmática. Nadie puede tener toda la verdad para semejante locura. Pero todos pueden aportar su potencia humana.

Nadie buscara aquí personalismo, tan caro en estos días.

Todos podrán opinar y criticar en igualdad de condiciones.

El objetivo es uno. Los caminos diversos e imprevisibles. La calidad para empezar es ´óptima.

Y esa calidad está dada porque el sistema financiero actual no solo no es ético, sino que se muerde la cola. La deflación internacional sin piso es su entrada al Museo de la Historia.

Y basado en eso, es que ésta aparente locura propuesta por Francisco es una realidad inevitable. No solo una necesidad moral.

Él lo resume en el punto 121 de la Encíclica:

“Es necesaria una nueva síntesis pendiente que supere falsas dialécticas de los últimos siglos”

Pequeña locura convocante de un Papa a toda la humanidad.

Hermosa locura de amor desesperado de los pueblos.

Allá vamos. Con la Alegría de los tres Chiflados. Y la Ciencia de Viaje a las Estrellas.

Préndete. Se libre. Lo demás no importa nada.
MOVIMIENTO HELDER CAMARA

Por la PAZ entre las

RELIGIONES y los PUEBLOS

El alcance de las palabras

“La fuerza, para enfrentarse con la fuerza, recurre a las creaciones del arte y de la ciencia”
Karl Von Clausewitz. De la guerra

Venimos del siglo de la consciencia y el inconsciente. El siglo del lenguaje. Como nunca se desarrollaron nuevas vías de comunicación, que permitieron repetir la experiencia de la palabra impresa: la propagación de una idea donde la voz humana no llega. El siglo en que dos grandes guerras en Europa pusieron a las universidades a pensar e investigar al respecto. El veinte es el siglo de la masa, de la necesidad del Estado para proteger a la población de la voracidad del capitalismo, de esta forma que tienen las personas de relacionarse, donde se trata de obtener el mayor beneficio al menor costo, porque lo que rige es el tanto tienes tanto vales.

El veinte fue el siglo de los experimentos sobre la obediencia, después que se probó hasta dónde podía llegar la objetivación de las personas. El siglo en que la objetivación se hizo oír denunciando lo hecho en los manicomios, las cárceles, el cuerpo de las mujeres, las primeras víctimas de la objetivación que necesita la propiedad. La propiedad, la objetivación, parieron el patriarcado, la apropiación del cuerpo de las mujeres para garantizar quién heredará lo acumulado, lo que el matriarcado no podía asegurar.

El siglo XX es el siglo del sujeto, como llaman los psicoanalistas a la expresión verbal de las personas. Siglo en que se escuchó que no hay más allá del lenguaje, algo que sólo a un académico encerrado en la habitación de un campus universitario se le puede ocurrir, porque su vida se desarrolla en el pensamiento. Por eso a algunos también se les da por ponerse a escribir sobre el cuerpo, porque no lo usan, desconocen su potencia. Deberían probar estos profesores de ir a compartir sus dudas sobre la pertenencia del cuerpo con los trabajadores adoloridos, para escuchar cómo se les ríen.

A ningún artista se le ocurriría decir que no hay más allá del lenguaje, tampoco a ninguna persona que haya experimentado una de esas vivencias que las palabras no alcanzan para contar. La humanidad no precisaba del psicoanálisis para saber que las palabras no llegan a decir la verdad, a contarlo todo. Un combatiente de la guerra de Malvinas escribió: «Aquel día estaba completamente seguro de encontrarme, finalmente, frente a la posibilidad de contarlo TODO, de golpe, sin interrupción. Pero ¿Qué es TODO?; ¿qué fue TODO en aquellos dos meses de guerra? Y al fin de cuentas ¿qué puede hacer la palabra con TODO? : trazar límites, dejar fuera e incluir, conservar y perder, elegir, brillar a costa de infidelidades, callar cuando todo empieza, hablar cuando todo calla… Recuerdo a Barthés, que hace treinta años resumió tan hermosamente lo que tiene entre manos un escritor moderno si quiere reflejar la terrible diversidad de su mundo: ‘una lengua espléndida y muerta'»1.

No consideramos bajo ningún aspecto que tengamos a disposición una lengua muerta, sino que es una imposibilidad material de la palabra el poder expresarlo todo. La palabra representa, hace presente lo ausente, por lo que claramente no todo está en el lenguaje. Hace presente en el exterior algo interno, hace presente en un escrito una idea, uno tiene la posibilidad de hacer presente una vaca con nombrarla.

En nuestras universidades latinoamericanas obligan a los estudiantes a leer textos en los que se desperdician doscientas páginas para afirmar que no podemos pensarnos sin lenguaje, como si compartieran el descubrimiento de la estructura atómica. No podemos pensarnos sin lenguaje porque a las personas les cuesta pensar que alguna vez las personas no hablaron, aunque no eran personas, eran seres en vía de.

Cuando una persona aprende a hablar a través del lenguaje incorpora el ordenamiento social del lugar en el que es recibido. La criatura humana no dispone de autonomía para desplazarse por lo que no puede acceder a aquello que necesita sin la mediatización de un adulto que le ofrece el lenguaje para pedir, diciéndole cómo tiene que llamar a aquello que necesita. Para Jaques Lacan el deseo es producto de la diferencia entre lo que la criatura necesita y lo que el adulto le da. Todos sabemos lo que es no recibir lo que pedimos.

No se puede negar que hay una relación entre el pensamiento y el lenguaje, crecemos otorgándole al mundo el sentido que recibimos de aquellos que nos rodean, cultura que le dicen. En el pensamiento se expresan palabras oídas, aunque no son las únicas representaciones que se alojan, también hay representaciones visuales, olfativas, auditivas, táctiles. Es sabido que los seres humanos otorgamos sentido a lo que nos rodea, interpretamos los estímulos que recibimos. Decimos que, a diferencia, los animales responden instintivamente.

Toda persona sabe que los pensamientos no solo son racionales, que también los hay de los otros, los que se nos imponen sin que nos lo propongamos. A partir de una imagen, un sonido, un olor, nos aparece un recuerdo sin haberlo convocado. Es que desde que somos bebes comenzamos a asociar las imágenes que tenemos en nuestro pensamiento con palabras. Solo para dar definición, el pensamiento es donde los seres vivos guardan las imágenes. Considero que los animales tienen pensamiento, pero no razonan porque no tienen lenguaje, aunque se comuniquen.

No es casualidad que Sigmund Freud tomó como método la asociación libre, es decir, pedirle al paciente que hable de lo que venga a la mente sin reprimirse, sin importar que considere que no tiene nada que ver con lo que estaba hablando. De la imagen mental a la palabra, la palabra hablada que trae otras imágenes, y de palabra en palabra se pasa de una imagen a la otra, básicamente lo mismo que hace la literatura. Pero nos detendremos más adelante a reflexionar al respecto.

Cuando hablamos repetimos un orden que desconocemos, eso es el inconsciente. Ese orden está expresado en la lengua que incorporamos al aprender a hablar. Lo que quiero señalar es que en nuestra lengua se expresa el ordenamiento social, de eso se trata el discurso, de la materialización simbólica de una correlación de fuerzas que se expresa cuando hablamos, escribimos. En las lenguas occidentales se expresan los dos pilares sobre los que se basan nuestra sociedad: la propiedad privada y la obediencia.

La propiedad le exige a la lengua pronombres posesivos. La obediencia, términos que denoten jerarquía, como usted en castellano o “o senhor”, como dicen en portugués. “A dialéctica do senhor e o escravo” fue como tradujeron en Brasil lo que conocemos en castellano como “La dialéctica del amo y el esclavo”. Al cafetero esclavista lo llaman “O senhor da fazenda”. Aunque pisen el mismo suelo aquel que lo pronuncia y aquel a quien está dirigido, no ocupan los mismos lugares en la superficie. Esto muestra que en la lengua se expresan los principios que rigen las relaciones sociales, en la forma en que se ordenan las palabras el ordenamiento social vigente. Fue un psicólogo francés, Michel Foucault, el que se puso a pensar y escribir al respecto sobre el discurso, al encontrar en lo escrito un orden que se repite.

El ordenamiento social también se encuentra expresado por escrito en las Constituciones que hacen a la dimensión ideal del Estado. El Estado, como toda institución, cuenta con una serie de reglas que exigen respeto de parte de sus miembros y donde se establecen posibles relacionamientos sociales y comportamientos. Tenemos permitido todo aquello que la ley no prohíba. Las leyes muestran la imposibilidad del Estado de controlarlo todo.

Es sabido que las Constituciones se reforman y que las mismas expresan el pensamiento de un sector social en un momento dado de la historia, esto quiere decir, que las leyes son las expresiones materiales del pensamiento de un sector de la población con capacidad para imponer un sentido, una dirección, al ordenamiento social. En caso de que las reformas constitucionales sean realizadas durante procesos democráticos, aquellos encargados de construir la estructura ideal del Estado son elegidos por el voto popular.

Dentro de una sociedad regida por la democracia representativa, donde las personas que quieran gobernar precisan formar parte de un partido político para competir electoralmente y salir a ofrecerse como representante de la ciudadanía dentro del Estado, las tecnologías comunicacionales resultan una vía para poder expandir su propuesta, llegar allí donde su presencia física no puede. De esta manera, los medios de comunicación resultan posibles representantes de los representantes.

Esto no comenzó con la televisión, es así desde la existencia del periódico. Como nos recuerda Raúl Zaffaroni en La palabra de los muertos, a fines del siglo XIX los dueños de los diarios habían adquirido un poder desconocido hasta el momento en Francia. Cuando hablamos de poder nos referimos a la capacidad de condicionar el accionar ajeno. Es por eso que el pensador latinoamericano recuerda a Gabriel Tarde, que en 1898 advirtió: “Desgraciadamente la prensa es beneficiaria de una enorme impunidad legal o ilegal y puede predicar el asesinato, el incendio, la expoliación, la guerra civil, organizar un chantaje, aumentar la difamación y la pornografía a la altura de dos instituciones intangibles. La prensa es el poder soberano de los nuevos tiempos”2.

¿Pero dónde radica el poder de la prensa, de la radio, del cine, de la televisión? En su capacidad de generar pensamientos, ideas, sensaciones, sentimientos, que condicionan las conductas de las personas a partir de lo que consiguen producir en el cuerpo. Y como sabemos, los sentimientos, los pensamientos irracionales, son capaces de condicionar las elecciones.

Antes de la democracia representativa, quienes hacían la guerra conocían el poder de la palabra, su capacidad para hacer creer a los combatientes que irían a ganar, que confiaran. En la literatura encontrarán ejemplos dados por escritores que estuvieron en una guerra. Nosotros vamos a tomar el de un general francés, Napoleón, que no sólo escribió que “la suerte de una batalla depende de un instante, de un pensamiento”, sino que también compartió que “En toda batalla ocurre un momento en que los más valientes soldados, los que mayores esfuerzos han hecho, se sienten dispuestos a correr. Este miedo proviene de falta de confianza en su valor; no se necesita sino la ocasión más insignificante, un pretexto para devolverles esta confianza; el arte magno consiste en hacerla renacer”3.

Durante la primera gran guerra europea, cuando distintos pensadores europeos publicaban libros reflexionando sobre las masas, se aplicaron, como en toda guerra, acciones psicológicas a través de la propaganda. La propaganda, aunque suene redundante, es la propagación de una idea. A través de estas técnicas buscaban no solo levantar la fuerza moral de la tropa propia, a partir de signos o símbolos, sino que también las utilizaban para atentar contra la fuerza moral del enemigo, buscando generar miedo entre la población enemiga para que desistan de la idea de apoyar o sumarse al ejército.

Finalizada la guerra, esas técnicas se aplicaron a las ventas, donde los diarios se ofrecían como una vía para vender productos, también la radio, después llegaría la televisión para evitar el esfuerzo de la imaginación.

Un sobrino de Freud, Edward Bernays, jugó un rol fundamental en la incorporación de las mujeres en el consumo de cigarrillos, a partir de la aplicación de los descubrimientos de su tío, sobre el deseo inconsciente, a la publicidad. Probada la efectividad publicitaria para condicionar las elecciones de la población, fue poco el tiempo que se tardó en hacer de un candidato un producto publicitario. Bernays publicó en 1923 un libro llamado Cristalizando la opinión pública.

1 Daniel Terzano. 5000 Adioses a Puerto Argentino. pp.14-17 Ed. Galerna.
2 Raúl Zaffaroni. La palabra de los muertos. Conferencias de criminología cautelar. p.366. Ediar.
3 Máximas de Napoleón sobre el arte de la guerra. Traducidas y anotadas por el general José Antonio Páez. p.108. Ministerio de Comunicación e Información. Venezuela.

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