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Informe sobre el balance del Banco Central de la República Argentina

Por Nestor Forero. Hemos  realizado un estudio sobre el balance presentado por el Banco Central de la República Argentina al 31/12 2016 comparado con el correspondiente al período que cerró el 31/12/2015, con el fin de clarificar en materia monetaria la verdadera herencia recibida.

Resulta alarmante el deterioro de las cuentas públicas en solo un año y la continuidad de políticas severamente criticadas durante la campaña presidencial.

El estudio está resumido en 10 puntos, a saber:

1)      El Patrimonio Neto del BCRA  medido tanto en pesos como en dólares ha disminuido durante el año 2016. Si bien la devaluación realizada a fines del 2015 ha aumentado el valor de las reservas en pesos; a fines del 2016, el patrimonio neto de la entidad disminuyó en 42.723 millones de pesos, un 24.09% y medido en dólares en U$S 5.148 millones. Una disminución  del orden del 37,74% en solo un año. Situación que enciende las señales de alarma.

2)      Las Reservas Internacionales han tenido un crecimiento importante, hasta alcanzar los 38.000 MD, pero dicha magnitud de aumento prácticamente se iguala con la mayor contracción de deuda a través de los títulos emitidos por la entidad, mediante las denominadas Lebacs. Debe hacerse mención que las Lebacs hasta el mes de noviembre tenían un crecimiento superior a las reservas que ha menguado por los efectos de  los ingresos producidos por el blanqueo. Ha sido intención de las autoridades monetarias disminuir el stock de deuda antes de que se torne inmanejable (ver punto 10).

3)      Los denominados activos intraestatales  han tenido un crecimiento a pesar de las críticas que esa política implementada por el gobierno anterior había sufrido por los principales referentes económicos  de la actual administración. Así los títulos públicos en poder del BCRA crecieron en 230.591 millones de pesos, un 26% en relación a las tenencias a fines del 2015. Por su parte, los Adelantos Transitorios a la Tesorería crecieron en más de 50.380 millones de pesos, un 15% más comparados con la administración anterior. Llama la atención dado la vocación de la actual administración en financiar el déficit fiscal mediante la contracción de deuda externa que, sin embargo,  también se ha hecho uso del recurso de acrecentar el endeudamiento de la Tesorería del Gobierno Central con el B.C.R.A.

4)      Las Reservas Internacionales, si bien han crecido durante el año, solo cubren el 26% de la totalidad de los pasivos del Banco Central.

5)      La Base Monetaria creció en un 31% con respecto al año 2015, guarismo inferior a la inflación estimada en 41%, ello obedece a una decisión  implementada por las autoridades del Banco, que para frenar el crecimiento de la inflación implementó la política monetaria de secar la plaza de fondos, produciendo escasez de efectivo con la consecuente alza en la tasa de interés y caída del consumo de los sectores más vulnerables.

6)      El coeficiente entre Base Monetaria vs. Reservas Internacionales arroja un valor de 1.3368, que significa que por cada dólar en reserva circulan 1.3368 pesos.

7)      El cuestionado índice de convertibilidad peso / dólar arroja un valor cercano a $ 21 por cada dólar.

8)      Los pasivos de la entidad aumentaron en 783.809 millones de pesos, un 44%, guarismo superior a la inflación y al crecimiento de todos los activos.

9)      Medido el Patrimonio Neto contra el Activo arroja un resultado de 5.53%, es decir, que solo el 5% de los bienes de la entidad, verdaderamente le pertenecen, el resto debe cubrir las deudas contraídas. Ese guarismo el año anterior arrojaba un porcentaje del 9.81%. El deterioro en el valor patrimonial de la entidad queda así explícito.

10)   Se ha anunciado que la Tesorería saldrá al rescate del BCRA (Ámbito Financiero del 16/01/17) mediante la cancelación de Lebacs en poder de los bancos privados y su sustitución por Letras de Tesorería (Letes), cuyo rendimiento no podrá ser inferior a 5 puntos básicos superiores al actual rendimiento de las obligaciones del Central, lo que llevaría la tasa al 29%, coherente con la parida teórica peso / dólar de $ 21. El incremento de la tasa fijaría un nuevo piso para el mercado, incrementando la recesión, el endeudamiento de las empresas locales y  familias, y el deterioro en la salud de millones de argentinos que padecen la actual situación económica.

Frente intercontinental para un orden financiero ético

  1. La realidad del continente Africano y América Latina es que estamos sometidos al mismo mecanismo de colonialismo financiero internacional.
  2. Es un mecanismo de saqueo en parte legal y en parte ilegal a través de los Estados Paraísos Fiscales.
  3. Estos han provocado que los pueblos de nuestras naciones sean millones de veces más productivos en términos físicos – biológicos, que hace un siglo. Sí, millones de veces, que se estiman en 22.000.000 de veces el aumento de toda la producción físico – biológica de los dos continentes entre 1917 y 2017. Cuando la población aumento apenas 10 veces en África y 6 veces en América Latina.
  4. La forma de monetización financiera impuesta como nueva colonización, es lo que transfiere ese increíble aumento de las riquezas a los países centrales e imperiales. Generando la pobreza y el freno a la paz, la justicia y el desarrollo, Derechos consagrados por las Naciones Unidas.
  5. Pero algo está pasando en el corazón de los países imperiales, que esta formidable transferencia de nuestra riqueza ya no permite a las clases medias de esos países mantener los ingresos y la calidad de vida que mejoró a lo largo de un siglo. La dimensión de la crisis internacional, alcanzo el corazón de los países imperiales.
  6. Y en forma conservadora el sistema financiero internacional impone su lógica financiera colonialista sobre nuestros continentes. Aumentando el saqueo, pero aumentando la desigualdad y el empobrecimiento.
    Ningún pueblo sale beneficiado.
    Ser todos los días más productivos, más ricos físico – biológicamente en disponibilidad de bienes y más pobres y endeudados monetariamente es una obscenidad ética, que encima es insostenible social y políticamente.
  7. Esta obscenidad ética se ha deglutido la democracia representativa y ha abierto el camino a la democracia directa y participativa sobre el 100% del sistema financiero via los presupuestos de Estado, los Impuestos y la Emision de Moneda (PIE).
  8. Lo que implica nuevas reglas de juego entre los Estados y al interior de los Estados que reemplacen el libre comercio por consensos de proporciones productivas y de circulación financiera entre los pueblos.
  9. Esa es la Nueva Ética que revierte la Ética Obscena vigente. La organización social entre los pueblos usando la tecnología disponible convierte lo objetivo – necesidad en viable en forma práctica.
  10. La formación de una Comisión conjunta Afro – Latina americana para la constitución de un Frente Intercontinental para una Nueva Ética Financiera es la propuesta argentina que llevamos a los pueblos organizadores del 11-F.

Tiempo de desobediencia monetaria y financiera

Por François Soulard – Foro Democrático Mundial;  Guillermo Robledo, Eduardo Murua, Clelia Isasmendi – Observatorio de la Riqueza Padre Pedro Arrupe.

A raíz de la iniciativa del Frente Anti-CFA en África, el próximo 11 de febrero 2017 tendrá lugar una serie de actividades en 25 países y tres continentes para denunciar el colonialismo financiero y proponer alternativas. ¿Hacia un frente intercontinental para un nuevo sistema financiero y monetario?

El mundo esta convulsionado y no para de desnudar casi todos los eslabones de nuestra arcaica arquitectura política y económica global. Así fue en el plano económico a partir del terremoto financiero del 2007-2008 que reveló hasta que punto la lógica neoliberal sigue hegemonizando las agendas políticas y difiere sus contradicciones bajo la forma de proyectos reaccionarios, neocoloniales y excluyentes. Los datos demoledores sobre las desigualdades mundiales(1) recopilados en el último informe de OXFAM reflejan buena parte de esta realidad.

No obstante, la transición hacia un mundo multipolar y las mismas contradicciones del sistema capitalista generan un nuevo retorno de lo político en el terreno del sistema financiero y monetario. Estos sistemas han seguido un encastre continuo en la globalización a partir del orden económico sellado en Bretton Woods en el 1945 y durante los últimos cuarenta años de globalización neoliberal. Viene creciendo una oleada de desobediencia monetaria, desde las bases sociales pero también a nivel nacional y regional, tendiendo a resignificar los sistemas monetarios y reorientarlos hacia nuevos rumbos sociales y geoestratégicos.

Un ejemplo disparador de este movimiento esta saliendo a la luz desde fines del 2016, en un conjunto de países de la zona Central y Oeste de África, donde rige una suerte de sistema monetario fosilizado en la época colonial. Varios núcleos activistas y sectores de la diáspora africana han decidido retomar el debate acerca de la denominada Cooperación Financiera en África que incluye tres bloques económicos(2). Quince países ha integrado este sofisticado andamiaje monetario a partir del año 1945, con la promesa de alcanzar una estabilidad monetaria y una transición acelerada hacia su desarrollo económico. Dos mecanismos, bien conocidos en otras latitudes, fundamentan este coloniaje económico: la emisión de deuda con el encorsetado de los presupuestos nacionales (orquestada por el FMI y el Banco Mundial) y la “servidumbre” monetaria, ambas legitimadas por un sutil aparato de influencia comunicacional e institucional, estrategia que el destacado economista africano Nicolas Agbohou(3) no duda en comparar con un “nazismo” monetario.

En efecto, los hechos corroboran que la ingeniería de control financiero que se implementó a lo largo de los 70 últimos años es semejante a la que el régimen nazi impuso durante la 2da Guerra mundial a distintos países ocupados. ¿En qué se traduce hoy en estos bloques económicos de África? En substancia, se trata de una arquitectura de control técnico, institucional y jurídico, atando a una punta la emisión de moneda fuera de la jurisdicción de los países africanos bajo la decisión de la diplomacia francesa; y en la otra punta el manejo de los flujos monetarios en base a cuatro mecanismos: la paridad fija entre el euro y el franco CFA (actuando como palanca para generar austeridad y devaluación programada); la centralización del cambio y las cuentas de operación bajo tutela del Tesoro francés (para captar divisas africanas); la libre convertibilidad del franco CFA a euros (para neutralizar la capacidad de emisión monetaria sin que haya convertibilidad interna del franco CFA entre los tres bloques económicos africanos); y finalmente la libre transferabilidad de los capitales africanos hacia Europa (normalizando la fuga de capitales a nivel institucional).

Sin ir más lejos en la letra fina de este andamiaje, quedan a la vista sus resultados en evidente ruptura con las cuestiones de fondo que se plantean a los pueblos subsaharianos: salir de la marginalidad económica e integrarse con un proyecto propio en un mundo multipolar inestable y crear futuro para una población africana que se duplica cada 25 años con un 70% actual debajo de los 35 años de edad. Muchos de estos quince países están ubicados hoy en el furgón de cola del índice mundial de desarrollo humano y atrapados en una espiral de empobrecimiento, o mejor dicho en una espiral sofisticada de extracción de riqueza y de subsidio a las economías de los países centrales. Recordemos que en los años 60, el PBI por capita de estos países estaban al mismo nivel que los de Corea del Sur, Camboya o Vietnam. Se estima que 50 bimillones de dólares se extraen de África cada año (o sea 3% del PBI del Mali, 1% de Senegal, 6% de Costa de Marfil)(4), superando el volumen de la ayuda pública al desarrollo brindado por los países centrales.

Por otro lado, las economías subsaharianas resultan fuertemente primarizadas y balcanizadas, atrapadas por el viejo dogma de controlar a la inflación, sin poder consolidar relaciones de comercio intra-regional (15% de las transacciones económicas son internas), ni dar mayor consistencia al proyecto incipiente de bloque continental dentro de la Unión Africana. Al final, como lo resaltan los activistas africanos movilizados en este frente monetario, el canje de la soberanía política por una sumisión económica al momento de las independencias, terminó diluyendo la base misma de la soberanía nacional. El ciclo actual de deflación mundial y de desvalorización de las materias primas genera aun más grietas en este pacto económico.

¿Qué permitió que tal servidumbre perdurará en el tiempo pese a que otros países de África demostraron otro camino? La estabilidad monetaria fijada en el euro es un factor importante. El peso de la realpolitik post-colonial y del pacto feudal de deferencia a cambio de protección diplomática es también un factor clave. Si bien varios países salieron temporariamente de la unión monetaria – como el Malí, Togo, Guinea Konakry y Mauritania (que salió definitivamente), los dirigentes africanos que se rebelaron contra este orden colonial fueron derrocados por la fuerza militar o por presiones de todo tipo. Los dos últimos casos fueron los ex-presidente Muamar el Gadafi en Libia, promotor de un proyecto y de una moneda panafricana, y Laurent Gbagbo en la Costa de Marfil, promotor de una nacionalización del sistema financiero en un país que representa 40% de la masa monetaria del bloque subregional.

Pero, retomando los análisis de los economistas Nicolas Agbohou y Bernard Lietaer, cabe señalar también que los sistemas monetarios habían sido diseñado el siglo pasado con una clara conciencia de ser un factor de homogeneización y de creación de monopolios al servicio del poder central, conciencia que hoy parece haberse diluida en los pasillos del tiempo para distintos actores sociales y la ciudadanía en general. La moneda es un “hecho social total”, relacional, económico, político, espiritual, como lo sugería el antropólogo Marcel Mauss. Pero esta percibida hoy como un “objeto institucional no identificado” en las sociedades africanas, es decir como un elemento abstracto, privatizado y autoreferencial, distanciado de la esfera cívica y política.

Esta cuestión en los países africanos no es realmente nueva. Desde la conferencia de Bandung con los países no-alineados a los procesos de independencia y liberación nacional, la soberanía monetaria siempre estuvo puesta de algún modo en el tapete, chocándose con el equilibrio de fuerzas del momento. Pero la juventud africana, móvil y transnacional, parece ahora portadora de un nuevo imaginario. Muchos jóvenes africanos formados en Europa o en Asia, tales como los protagonistas de la Primavera Árabe en el 2011, aprendieron a relativizar los dogmas, no satisfacerse de la fatalidad de los juegos geopolíticos y conocer las entrañas de un sistema confiscatorio de futuro y de riqueza.

Este panorama africano nos da una buena matriz para entender las realidades de las zonas centrales o periféricas de la economía global. En América Latina, sigue vigente un profundo fenómeno de exclusión monetaria, de inestabilidad financiera y de abuso de posición dominante del dólar sobre las monedas nacionales, problemática que paradojalmente no ha penetrado más a fondo en la agenda de los proyectos políticos progresistas de la última década, pese a las graves crisis que sacudieron la región en los 90 y el 2000.

En efecto, los países latinoamericanos disponen en su mayoría del manejo constitucional de emisión monetaria a través de sus bancos centrales y de la supuesta regulación de los Parlamentos sobre las decisiones presupuestarias. Existen bloques de integración política y económica con intercambios comerciales consolidados como el MERCOSUR. Pero el nodo de la problemática se plantea en términos de dependencia al dólar como moneda extranjera de comercio e acceso al mercado global – en ausencia de una alternativa monetaria regional, y de permeabilidad del sistema bancario a los intereses financieros organizados en monopolios productivos, comerciales y comunicacionales.

En el fondo, estos monopolios tienen el poder de definir y legitimar los precios de la economía en la mayoría de los rubros económicos, de convertir las ganancias realizadas en moneda extranjera y de fugarla al exterior. Lo pueden implementar con la complicidad o la resistencia del aparato estatal, dependiendo de la naturaleza de las fuerzas políticas, de los matices formales y del nivel de politización de la cuestión financiera. Pero en definitiva vemos que pivotea un entramado fáctico de extracción de riqueza y de erosión de justicia social que se asemeja al mecanismo africano que vimos más arriba.

Históricamente, las economías latinoamericanas han experienciado ciclos de crisis bancaria que han debilitado aun más las divisas nacionales y generado una concentración en moneda extranjera, con un sin fin de consecuencias sobre la desbancarización, la perdida de ahorro nacional, la dificultad de acceso al crédito y la especulación financiera. Estas dificultades han consolidado los monopolios económicos. Ahí también el volumen de fuga de capitales a nivel regional desafía el sentido común: se estima que alrededor de 430 000 millones de dólares salen anualmente del continente(5). En comparación, en el año 2015 ingresaron cerca de 158 000 millones de dólares en concepto de inversión. En un país como Argentina, campeón regional del bimonetarismo, se han fugado el equivalente a 900.000 millones de dólares durante 40 años de dualidad monetaria, reduciendo de un factor 12 el volumen de recaudación fiscal del Estado(6).

Si bien varios gobiernos populares han logrado confrontar combativamente los monopolios financieros y económicos a partir de ruptura del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en el 2005, la extracción sistémica de capitales ha constituido un profundo factor de erosión del Estado y de dinamismo económico. Cuando se redujo la prosperidad debida a los altos precios de materias primas, los poderes económicos concentrados han logrado desestabilizar los tres países del eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires para reinstalar sus viejos dogmas neoliberales. Las divisas de la región se devaluaron por encima del 30% en promedio durante el año 2014 y mantienen un ritmo sostenido de depreciación frente al dólar. Se están contractualizando nuevamente grandes masas de endeudamiento externo y las inversiones extranjeras motorizan un nuevo esquema de dependencia.

Es en este sentido que la creciente oleada de monedas locales y complementarias emergentes en distintas regiones y amplificadas por la crisis financiera del 2007-2008, se vuelve un movimiento crucial para disputar el orden unimonetario. Millares de monedas locales y sistemas de intercambio prosperan actualmente en Europa y el mundo, en pleno ocultamiento por los medios concentrados de comunicación y a contramano del unitarismo monetario que rige en los marcos nacionales. Un reciente estudio publicado en la revista Alternatives Economiques sobre 40 experiencias de monedas locales en Europa nos muestra como se resignifican aquí y ahora los imaginarios asignados a la moneda. El estudio revela que se orientan hacia la reconstrucción y reparación territorial (78% de las experiencias), la consolidación del vínculo social (61%), el consumo ambientalmente responsable y la transición productiva (51%), la democratización de la moneda (49%), la estabilización de las finanzas (49%).

Las comunidades de intercambio que se crean en torno a estas monedas son relativamente reducidas, localizadas y también frágiles en su capacidad de llevar en el tiempo de forma continúa un proyecto monetario. Si bien los volúmenes económicos en circulación están lejos de equiparar los circuitos financieros, el salto cualitativo que ellas operan es fundamental. Disputan de forma sistémica el monopolio aplicado sobre el imaginario, el sentido común y las funciones de la moneda. Sus desafíos tienen que ver con la capacidad de movilización popular y la construcción de articulaciones institucionales (por ejemplo pagar impuestos o servicios en la moneda local). Este movimiento micro-monetario no tiene una conducción centralizada, pero ya tiene formas flexibles de inter-conexión (teóricas, sociales, territoriales).

Otros movimientos vinculados con esta desobediencia financiera se encarnan en las iniciativas de ocupación de los bancos (Occupy Wall Street o les “Faucheurs de chaises”), el boicot de ciertos grupos financieros involucrados en escándalos fiscales o en la economía negra de las energías fósiles, así como también la filtración de los secretos financieros (LuxLeaks, SwissLeaks, Panama Papers) y la denuncia de los nuevos tratados de libre comercio. Estas iniciativas seguramente van a seguir creciendo a futuro. Ahora bien, lo que observamos a la luz de las luchas del movimiento por otra economía de los últimos 30 años es que la suma de una multitud de experiencias alternativas esta lejos de producir un cambio sistémico. En la transición geoeconómica actual, donde la desdolarización de la economía mundial constituye un epifenómeno de esta transición, las redes civiles y los movimientos sociales están apelados a empujar un nuevo horizonte de debate sobre la producción y la circulación de la riqueza.

La situación actual es la de una captura del sistema financiero por los grupos concentrados y los poderes coloniales, operando en el campo legal y fáctico para transferir enormes volúmenes de una riqueza mundial que no ha parado de aumentar en el transcurso de los años. Este sistema opera sobre la población del Sur global dotados de un 80% de los recursos naturales globales y sobre la clase media transnacional degradada desde hace varias décadas por un nuevo ciclo de austeridad. Recordemos que 42 millones de personas han salido de la dicha clase media en los países industriales desde el fin de la Guerra Fría y que en 30 años la cuota de los salarios en el PBI de todos los países occidentales se ha reducido de un promedio de 10%. El colonialismo financiero permite que además de los niveles sin precedentes de concentración de riqueza, los pueblos deben pagar el 98% de los impuestos totales mientras el capital paga el 2%.

Todos los pueblos son físicamente cada vez más ricos y a la vez empobrecidos desde un sistema monetario basado en el dólar y manejado por 8 bancos extranjeros y 200 empresas transnacionales. Como lo vuelven a afirmar con audacia el actual Papa Francisco y la diáspora africana, la moneda es un instrumento central de la soberanía y de la justicia social. Es tiempo de volver a poner en la agenda el imaginario de un nuevo orden monetario y financiero mundial (y comunicacional) con la disputa de las principales herramientas de asignación de riqueza: los presupuestos de Estado, los impuestos y la emisión de moneda.

Notas:

(1) Informe Une economía para el 99 https://www.oxfam.org/es/informes/una-economia-para-el-99 , enero 2017.
(2) La Unión Económica y Monetaria de África del Oeste (UEMOA), la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC) y la Unión de las Comoras (UC).
(3)El Franco CFA y el Euro en contra de África, Nicolas Agbohou. Ediciones Solidarité mondiale, 1999.
(4) Según el informe Thabo Mbeki, presentado y adoptado en la 24ma cumbre de la Unión Africana los 30-31 enero del 2015 en Addis-Abeba, África perdió durante los últimos cincuenta años más de 1 000 bimillones de dólares por los flujos financieros ilícitos. http://www.francophonie.org/IMG/pdf/fluxfinanciersillicites_rapport_francais.pdf
(5) El monto de la evasión fiscal es de 350.000 millones de dólares por año según datos de la CEPAL, a lo cual se suma un volumen de 180.000 millones de dólares en forma legal para las transferencias de balances de pagos.
(6) Según el calculo de la Comisión Económica para América Latina – CEPAL.

Análisis del Presupuesto de la Administración Pública Nacional 2017

Elaborado por el Instituto IDEP (CTA, ATE) en octubre 2016.

Mesa de Trabajo:
Jaime Farji, Horacio Fernández, Samantha Horowitz, Gustavo Lahoud, Roberto Larosa, Alejandro López Mieres, Claudio Lozano, Tomás Raffo, Ana Rameri, Mariana Rivolta, Pablo Tiscornia.

1) A modo de presentación

Observando el presupuesto de la Administración Pública Nacional para el próximo año surge lo siguiente:

1) Medido a valores reales (siempre que decimos esto aplicamos como válida la proyección inflacionaria planteada por el propio presupuesto, si fuese mayor la inflación los valores reales serían inferiores), mientras los pagos por deuda pública (intereses) crecen un 10,9% los gastos sociales se incrementan un 8%. Cabe destacar que el aumento de la partida correspondiente a los pagos de la deuda pública es la de mayor aumento en el presupuesto para el próximo año.

2) Durante el año en curso, con una inflación del 40%, la inversión de recursos presupuestarios para el área social cae un 3% en términos reales. Por lo tanto el aumento que se verifica en el presupuesto del Gasto social para el 2017 es de apenas un 5% respecto al año 2015, mientras la partida correspondiente a la deuda crece respecto a dicho año en un 35% en términos reales.

3) Pero si además se considera que el gasto social tiene relación con el total de la población y particularmente con el número de personas en situación de vulnerabilidad, el aumento del gasto social medido en relación al aumento de la pobreza cae en términos reales un 5,3%. Por ende mientras desde finales del gobierno anterior la pobreza aumentó en un millón y medio de personas, Macri finaliza su primer año de gestión no solo con ese lamentable record, sino que propone un 2017 donde los pagos por deuda crezcan en términos reales un 35% y el gasto social en relación a la población postergada se reduzca en más de un 5%.

Al neutralizar el impacto que en el gasto social tienen los programas de Seguridad Social considerando que particularmente, el mayor dinamismo está concentrado en el pago a las Prestaciones Previsionales acrecentado por la denominada “Reparación Histórica” focalizado sólo en un conjunto de los jubilados y pensionados, la inversión social para el período 2015 – 2017 en términos reales ponderada por el cuadro de mayor pauperización social culminaría en una caída aún más pronunciada, del 18%.

4) El Presupuesto para el 2017 prevé una partida para pago de intereses por deuda de casi 250.000 millones de pesos. En tanto una parte de estos pagos corresponden a la denominada deuda intraestado, es decir pagos al ANSES y el Banco Central, restan para engrosar las cuentas de los acreedores privados $ 131.321 millones. De este modo, el presupuesto establece para pago de intereses tres veces el gasto que se destina para Promoción y Asistencia Social, quince veces lo que se lleva la función trabajo, una vez y media lo que se destina a Salud, siete veces el monto de recursos destinados a ampliar Agua Potable y alcantarillado, e incluso representa más del doble de lo que se destinará al Programa de Reparación Histórica a los Jubilados.

5) En este marco de desigual distribución de los recursos, el Gasto en Salud (pese a la promocionada Cobertura Universal anunciada por el gobierno) cae un 3% en términos reales, la partida para Educación y Cultura cae en un 2,5%, la función trabajo desciende un 11% y una magnitud similar se reduce lo correspondiente a Agua Potable y Alcantarillado. Las únicas partidas sociales que suben en el gasto social son Vivienda y Urbanismo (33,7%, Promoción y Asistencia Social (14,8%) y Seguridad Social (10,7%). Respecto a ellas corresponde precisar que las primeras dos son una parte muy pequeña del gasto social (Promoción representa el 2,9% y Vivienda el 1,9%). La partida de Seguridad Social pese a que crece en términos reales incorporando la reparación a una parte de los jubilados, solo recupera con su crecimiento lo perdido en el 2016. Pero, debe precisarse que este incremento se repartirá de manera desigual beneficiando solo a una parte de los jubilados (aquellos que se incorporan en la Ley de Reparación).

6) Respecto a la asignación universal y a las asignaciones familiares, pese a que el gobierno avanza en la cobertura incorporando un mayor número de beneficiarios (igual siguen sin protección el 21% de la población menor) el aumento en la cantidad de pibes cubiertos coexiste con la caída en el poder adquisitivo de las asignaciones durante el 2016 (perdieron entre un 10 y un 12%) que no se recuperaría en el 2017.

7) En el caso de lo previsto para el salario de los estatales, el maltrato oficial es importante. En un contexto donde los salarios estatales cayeron un 6,4 %1 en el curso del presente año, que se agrega a la caída que venían teniendo desde el 2011, el gobierno les propone pagarles un aumento del 9% en julio y un 8% en septiembre contra una inflación del 17% para todo el 2017. Es decir, les propone un aumento promedio de apenas el 7%, donde no tendrían aumento alguno en los primeros seis meses del año, y donde cerrarían el 2017 con un descenso en términos reales de un 2% adicional. En suma, el gobierno de Macri les propone a los trabajadores del Estado que al finalizar el 2017 su poder adquisitivo real sea entre un 10 y un 12% inferior al de comienzos de su gestión.

8) Por otro lado, se renueva una suma cada vez más abultada de exenciones impositivas que privilegia a sectores de mayor capacidad económica. Según el presupuesto para el próximo año esta suma será de $314.931 millones de pesos, lo cual implica un aumento de enorme magnitud respecto año anterior al pasar del 2,77% al 3,23% del PBI. Es necesario realizar una revisión de tales exenciones ya que existe un conjunto importante de estos rubros que agravan la regresividad distributiva al tiempo que desfinancian al Estado. Entre los más cuestionables son: la eximición del impuesto a las ganancias para la renta financiera y para magistrados y funcionarios judiciales que a esta altura ya resultan inaceptables, las distintas reducciones operadas en las contribuciones a la seguridad social, y muchos de los regímenes de promoción económica que esconden beneficios importantes a grupos económicos concentrados. Vale la pena también destacar el importante incremento que registra con respecto al año anterior lo que se deja de recaudar en concepto de Bienes personales (de 0,03 del PBI para el 2016 al 0,07 del PBI para 2017). En tal sentido solo a partir de una modesta revisión de estos rubros sería posible ampliar significativamente la recaudación pública para este año en $115.315 millones.

9) Luego de agravar el sufrimiento social de los argentinos hundiendo el poder adquisitivo y aumentando la pobreza, Macri finaliza el año aumentando el endeudamiento en cerca de 40.000 millones de dólares, comprometiéndose a seguir incrementando la deuda en los próximos años, y pagando durante el 2017 una cuenta de intereses que equivale a 680 millones de pesos por día, que representa 1 de cada cinco pesos que gasta la Administración Nacional , mientras deteriora el gasto social y el poder adquisitivo de los trabajadores.


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Deuda perpetua Macri

Por Héctor GIULIANO
El axioma fundamental del establishment financiero para respaldar su teoría del sistema de deuda pública perpetua es sostener que en el mundo las deudas por capital nunca se pagan sino que se refinancian y que ello está bien así mientras se disponga de los fondos suficientes para vivir soportando el pago de los servicios de intereses de dicha deuda.

Esta fórmula, que desde un punto de vista lógico y racional no aceptaría ningún individuo, familia o empresa, sin embargo, es permanentemente aplicada por los gobiernos de países ya sobre-endeudados como el nuestro – una política seguida por todas las administraciones de turno hasta la fecha – con el agravante que tales prácticas, que son las que generan un desequilibrio estructural en las finanzas del Estado, se ponderan como positivas y hasta laudatorias, como producto de una palabra que encierra un concepto mágico: la confianza.

En virtud de este razonamiento es que la Argentina sigue tomando dinero prestado en gran escala que no puede reintegrar, es decir, asumiendo deudas sin demostración alguna de capacidad de repago – como no sea cancelando total y sistemáticamente los vencimientos de principal con nuevas deudas – y que los acreedores del país, que son los grandes grupos financieros internacionales y nacionales especializados en la materia, le siguen prestando dinero que saben que la Argentina no puede devolver, reiteramos: que no puede devolver sin contraer nuevas deudas que esos mismos grupos le vuelven a prestar.

En esto reside la trampa de deuda perpetua en que está metido el Estado Argentino: en gran medida, una constante histórica pero acentuada e institucionalizada en los últimos 40 años (1976-2016). Siendo este proceso no reversible ni solucionable porque no hay alternativa al problema de la Deuda dentro del Sistema de la Deuda.

En las recientes Jornadas Monetarias y Bancarias del Banco Central (BCRA) – 19/20.9.2016 – el presidente del BC de Brasil, Ilan Goldfajn, señaló en forma muy realista que el principal problema del sistema financiero internacional hoy es la abundancia de liquidez mundial – léase sobra dinero en el mundo – y que ello representaría una oportunidad para los países como el nuestro y el brasileño, que son importadores de ahorro externo y necesitan seguir siéndolos, a cambio de reformas estructurales en el Sector Público.

En línea con esta postura y en función de la idea-eje que las deudas que se contraen en el mercado no se pagan sino que se viven refinanciando, el Ministro de Hacienda Prat Gay declaró el 29.9 – en un discurso ante la Convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), en Córdoba – que había sido algo así como un error de la administración K haber cancelado gran parte de las deudas en efectivo en lugar de refinanciarlas.

El ministro – en un fragmento de su exposición – dijo lo siguiente:

“Sólo en el país de los Kirchner se hacían pagos en efectivo. La deuda se paga con deuda (el destacado es nuestro) y se renueva a tasas más bajas.”

Siendo además esto último doblemente engañoso porque la rebaja de los intereses es muy relativa cuando la Argentina paga una sobre-tasa por Riesgo-País poco menor de 500 PB (Puntos Básicos porcentuales) – actualmente 465 – pero que es récord en el mundo y cuando esa ligera reducción de la tasa es más que compensada, en valor absoluto, por el crecimiento de los intereses a pagar sobre un monto fuertemente creciente de nueva deuda que se suma a la heredada de la gestión K.

Los intereses previstos originalmente para el corriente año eran unos 104.000 M$ (Millones de Pesos) – equivalentes entonces a unos 10.000 MD – y ahora los intereses para el ejercicio 2017 se elevan, según el proyecto de Presupuesto, a 248.000 M$ (equivalentes a unos 13.800 MD): esto es, un aumento de 140 %.

Con el advenimiento de la nueva administración Macri la política de gobernar con Deuda continuó, se amplificó y se institucionalizó en el marco del proceso permanente de endeudamiento público siempre creciente, lo que ya venía manteniéndose bajo la administración Kirchner y que, precisamente por ello, es el único punto de su política de gobierno – el de pago sistemático de deuda externa – que es unánimemente elogiado por el establishment financiero, por el gobierno macrista y por la clase política en general.

Notablemente, en efecto, lo único que se le valora o reconoce así a la pasada gestión Kirchner es haber transcurrido sus 12 años de gobierno manteniendo la condición de la Argentina como pagadora serial – según expresión de la propia ex presidenta Cristina Fernández – batiendo récords históricos de pagos de la deuda externa (transformándola en deuda intra-Estado igualmente impagable), con lo que se reducía el stock de la misma – dentro de un total de deuda pública siempre en aumento – con el objeto expreso de poder retornar al mercado internacional de capitales, es decir, para volver a endeudarse.

Así, la administración K logró el mérito de descongestionar el endeudamiento del país con el exterior: un logro aparente porque obtenido a costa de la descapitalización total del BCRA, el desfinanciamiento de la ANSES, el desvío de fondos de los bancos oficiales (con el Banco Nación a la cabeza) y la puesta de los sistemas de Caja de la mayoría de los organismos del Estado al servicio de sostener su política de pagos de la Deuda.

Fue así que la Deuda creció bajo la administración Kirchner a un promedio de unos 10.000 MD (Millones de Dólares) por año: de 150.000 a más de 250.000 MD en el período 2003-2015.

Y que no pudiera lograr su meta de volver al mercado internacional de capitales por el fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010 y de la Hoja de Ruta Boudou de 2008, que contemplaban este regreso a la deuda externa como objetivo de la política del gobierno.

Con la paradoja que este resultado se obtuvo bajo el engañoso mito del des-endeudamiento del Estado.

Ahora, en cambio, viene la nueva administración Macri para completar el tándem que la anterior le dejó preparada – un porcentaje proporcionalmente menor de Deuda Externa medida sobre la Deuda Total (aproximadamente un 30 %) – para poder desarrollar la nueva ola de macro-endeudamiento del Estado en el marco de su política de gobernar con Deuda.

Según las últimas cifras oficiales, la deuda pública en cabeza de la Administración Central era de unos 260.000 MD al 30.6 pasado – un total no desgregado todavía ni muy claro en cuanto al verdadero flujo y variaciones del primer semestre del año – estimándose que el aumento del endeudamiento acumulado en el ejercicio estaría hoy en el orden de los 40.000 MD (incluyendo la nueva deuda de las provincias) y que pudiera llegar a sobrepasar los 50.000 MD a fin de año.

La administración macrista se desliza así – sistemática e inexorablemente – a gobernar con deuda, que es lo mismo que decir a depender de la deuda ya que sin esa inyección permanente de fondos nuevos y refinanciación de todos los pasivos existentes el gobierno Macri perdería su estabilidad financiera y política.
Buenos Aires, 18.10.2016

 

Carta al Pueblo y a los legisladores sobre el Presupuesto 2017 en Argentina

Ciudad de Buenos Aires, Octubre 17 de 2016

Al Pueblo Argentino

A los Representantes del Pueblo

Señores Legisladores

“Argentinos Despertemos, Basta de Hipnosis Expoliadora”

 

A partir del público conocimiento del proyecto de Presupuesto para el ejercicio 2017, desde el “Observatorio de la Riqueza Padre Pedro Arrupe para un Nuevo Sistema Financiero y Comunicacional Mundial”, nos vemos en la obligación moral, ciudadana y política de expresar nuestra consternación y hacer un llamado a su atención, dado el grado de endeudamiento obsceno que este gobierno liberal en su proyecto económico está llevando para ser tratado en el ámbito legislativo.

No podemos dejar de pronunciarnos en contra de esta posibilidad y apelamos a vuestra responsabilidad pública como representantes del pueblo en la defensa de sus intereses, a su responsabilidad moral como argentinos y a su memoria sobre la historia del endeudamiento de la República Argentina.

Endeudamiento es dependencia, es someter nuestro crecimiento, es gobernar condicionado a intereses foráneos, este camino ya ha sido recorrido por políticas de gobiernos recientes, algunos lo han hecho a conciencia y adrede, otros por “necesidad y urgencia”. Otros han optado por políticas de desendeudamiento. Ingresar nuevamente en una espiral de endeudamiento no nos llevará a otra cosa más que a un mayor endeudamiento.

Ni siquiera este nuevo endeudamiento se orienta a mejorar la infraestructura y el desarrollo productivo y social, a través de la reactivación de la obra pública y la promoción de la redistribución equitativa de los recursos. Esta deuda, a tal fin, debiera ser contraída en organismos multilaterales de crédito orientados al fomento, los cuales en principio garanticen una tasa de interés en la misma línea.
Tengan consideración de los siguientes datos:

  1. Durante todo el año próximo los argentinos pagarán u$s 2 millones por hora por servicio de deuda. En el año de la crisis del 2001 el dato era de u$s 1 millón por hora por el mismo concepto. 680 millones de pesos por día, pagaremos los argentinos de intereses.
  2. Se están endeudando el Estado Nacional, las Provincias y los Municipios. Otro tanto las empresas privadas.
  3. Los gobiernos subnacionales que asumen deuda en divisa extranjera: ¿Acaso piensan lograr que les coparticipen las liquidaciones de las exportaciones de commodities en dólares?
  4. ¿Dónde han sido destinados los casi u$s 50 mil millones de incremento de deuda del 2016? ¿Quiénes han sido los grandes beneficiarios? ¿Cómo termina este cuento?
  5. En el proyecto se estima, también, que se pagarán $ 247.328 millones de pesos en concepto de intereses de la deuda, más del doble de los $ 104.133 millones presupuestado originalmente para 2016, aunque esto último se estima será de $ 187.072 millones, partida modificada, resultado del súper endeudamiento del año.
  6. El gasto destinado a la provisión de bienes o servicios de carácter social como Salud y Educación presentan una variación de apenas el 16 %. La inflación prevista es del 17 %.
  7. Al 31 de Diciembre de 2015, según datos del Ministerio de Hacienda, el stock de deuda pública en moneda extranjera era de u$s 148.881 millones, a agosto de 2016 ese monto asciende a u$s 187.580 millones. Si sumamos la emisión de bonos prevista para 2017, la deuda pública en moneda extranjera superará los u$s 234.155 millones. Es decir, un 60 % más alta en apenas 2 años.
  8. No sean cómplices una vez más de estas políticas contrarias a los intereses de quienes les dieron la responsabilidad de velar por ellos.
  9. No es momento de pecar nuevamente de inocentes.
  10. La situación actual es que el 90 % de los actores económicos están en rojo. Solo ganan plata los 8 bancos extranjeros, los 200 monopolios principales y el 10 % de los productores agropecuarios. Este presupuesto empeorará la situación.
  11. Este presupuesto agudiza la desigualdad entre 100.000 agentes económicos dolarizados, hegemónicos y 44.000.000 de pesificados. (Anexo Pirámide de Transferencia de Ingreso). Generando un CEPO de los Dolarizados vs. los Pesificados.
  12. El Salario Básico Universal no está contemplado en el Presupuesto y puede financiarse inicialmente eliminando las exenciones impositivas al sistema judicial y sistema financiero (70.000 millones) más emisión dirigida.
  13. La ejecución del Presupuesto durante el 2017 es más importante que la aprobación del mismo. Y debe formarse una Comisión Bicameral junto a las organizaciones económicas y sociales para un seguimiento mensual de cambios y reasignaciones presupuestarias.
  14. Hoy toda la emisión monetaria tiene destino financiar la fuga de capitales. Los datos del BCRA lo demuestran. Este presupuesto profundiza el círculo vicioso.
  15. La dimensión de la emergencia ocupacional y social habilita una discusión mensual de los destinos de la recaudación y emisión mes a mes.
  16. La caída del Deustche Bank y la Banca Italiana y su expansión sistémica a las finanzas mundiales tiene mayor dimensión que la crisis del 2008, porque compromete a 28 Bancos Globales de Primera línea con riesgo sistémico universal.
  17. Esta situación Internacional hace que los parámetros planteados en éste Presupuesto empeorarán todos. Y de ahí la necesidad del control Mensual del Presupuesto por parte de los gremios y empresas privadas. Especialmente en recaudación impositiva, comercio exterior, nivel de actividad que volverá a tener otra caída del 10 %. Porque al plantear una devaluación del 20 %, las importaciones seguirán creciendo, las exportaciones bajarán, la inversión no se reactivará y la caída salarial será de otro 20 % por achicamiento de mercado interno y externo.
  18. El achicamiento drástico de la escala de mercado del Mercosur va comprimiendo a cada país a su mercado interno. Así no existen proyectos con dimensión de 300 millones de habitantes sino de 44. Con solo 5 con capacidad de consumo por encima de la sobrevivencia.
  19. El presupuesto agregará sobreendeudamiento externo a la sobreoferta y sobreinversión que tiene la región. El golpe de empobrecimiento en curso en la región reducirá el 30 % el volumen de la actividad económica física, subordinándose a los mercados de bienes internacionales.
  20. El endeudamiento extenso se produce por la fuga de capitales que sistemáticamente tiene las mismas dimensiones monetarias. En 40 años, se fugaron 245.000 millones y debemos 260.000 millones de u$s de capital, Mecanismo por el cual se pagaron 159.000 millones de u$s de interés. El equivalente al saldo comercial positivo de 40 años. Hace 40 años que trabajamos para pagar intereses de una deuda que baja o sube pero nunca se cancela para eliminar el principal costo argentino: la carga financiera por intereses.
  21. No es herencia es transferencia de riqueza, de pesificados a dolarizados. Del 97 % de la Población pesificada al 3 % de la Población dolarizada y al exterior.
  22. Riqueza 2016, absorbida por Dolarizados se destinó a:
    1. Fuga Capitales al Sector Financiero Externo y Bancos 30.000 mill/u$s
    2. Absorción de Riqueza Monopólicas 200 + 800 que mas venden 10.000 miil/u$s
    3. Agro Retenciones + Devaluación + Sub Interna de precios destinado a: 13.000 mill/u$s
    4. Cambiar Camioneta 4 x 4 4.500 mill/u$s
    5. Turismo Internacional 4.000 “ “
    6. Liquidez Financiera 5.000 “ “
      Total Riqueza Transferida 53.000 mill/u$s
  23. Riqueza Transferida por Pesificados:
    . 11.000.000 familias transfirieron 4.818 u$s / año a 100.000 familias. $ 72.000 en el 2016 – $ 6.000 por mes. Vía inflación, devaluación, aumento de tarifas, reducción salarial, eliminación de horas extras y premios, licuación A.U.H., Planes Sociales y Jubilaciones, suba de intereses y de impuestos.
    El 13 % del PBI se transfirió del pueblo al exterior y una reducida oligarquía local produciendo la recesión actual.
  24. La financiación de ésta transferencia se realizó vía reendeudamiento exterior de Nación, Provincia, Municipios y Privados por un monto a Diciembre 2016 de 43.500 millones. La diferencia con los 53.000, son las 4 x 4 (4.500 mill/u$s) y la liquidez local del Agro (5.000 mill/u$s) que queda en el País.
  25. El Presupuesto del 2017 reproduce el mismo objetivo político económico, pero al no contar con otra devaluación del 60 % sin saldo comercial externo, recurre a una nueva baja salarial del 18 % a toda la población, paritarias al 17 %, y aumentos de: dólar + 20 %, alimentos + 33 % y ninguna recuperación de lo perdido en 2016 (20 %), y otro endeudamiento de 40.000 millones de u$s
  26. Proyección Deuda Externa Total e Intereses Diarios que contiene el Presupuesto 2017:
    2017 = 680 millones / día —2 hs de trabajo / día de cada trabajador destinado a pagar intereses
    2018 = 930 millones / día — 3 hs de trabajo / día de cada trabajador destinado a pagar intereses
    2019 = 1.200 millones / día — 4 hs de trabajo / día de cada trabajador destinado a pagar intereses
  27. El 99 % de la población subsidia al 1 % y a los Bancos en el Exterior. Manteniendo exenciones impositivas al Sistema Judicial, del Sistema Financiero, de 100.000 grandes rentistas, financieros y fugadores.
  28. El Salario Básico Universal es financiable en un 70 % eliminando esas dos exenciones, que van integralmente a la fuga de capitales. El Salario Básico Universal quedará un 100 % en el País.
  29. El Mecanismo de Transferencia de Riqueza tiene dos instrumentos centrales:
    a. El Presupuesto del Estado Nacional y sus manejos discrecionales anuales durante la ejecución del mismo. Desde el cual se concentra la emisión y los subsidios en los poderes monopólicos y se mantienen niveles de desempleo y precarización para bajar el salario.
    b. Banco Central de la república Argentina, desde donde se direcciona la emisión y la fuga de capitales.
  30. El esquema del punto 29), tiene una dinámica diaria a lo largo de todo el año para garantizar sus objetivos de dolarización y transferencia de riquezas. Especialmente del aumento sistemático de la productividad física y biológica del país.
    En cambio el 99 % de la población pesificada, tiene una discusión anual de sus ingresos. Totalmente tardía y desinformada de los acontecimientos que realizó diariamente el sector dolarizado, el 1 % de la población.
    Esa asimetría de moneda utilizada (mensual vs anual) y de plazos de negociación es la clave del empobrecimiento argentino y del enriquecimiento externo. O sea del saqueo en curso.
  31. La razón de ser de nuestro Observatorio sobre la Riqueza Padre Arrupe tiene entre sus objetos de Estudio los Presupuestos de Estado, tanto aprobado como ejecutado. En el mismo y su articulación con los Bancos Centrales del Mundo y los Estados Paraísos Fiscales, se definen los flujos de riqueza y el daño social sobre los pueblos y las naciones.
    Silenciosamente, en los pasillos ministeriales, la ejecución y modificaciones del Presupuesto es más determinante que la aprobación del Presupuesto que envía el poder Ejecutivo al Congreso.
  32. El Presupuesto enviado produce un daño social extendido por el cual nuestra opinión es que no puede ser aprobado. Porque la experiencia demuestra que después el daño social se profundiza mes a mes con las modificaciones de partidas presupuestarias a favor de las necesidades de monopolios y fuga de capitales.
    En otros términos partimos de una mala base que se empeora durante la ejecución del presupuesto. Aspecto que nadie en el Congreso, ni la Social Civil controla a lo largo de los meses.
  33. El daño social del Presupuesto enviado se evidencia en que es un presupuesto para aumentar el endeudamiento externo y por lo tanto los intereses financieros aumentan un 80 % en valor nominal cuando se presenta una inflación del 17 %.
    De esa manera los intereses pasan a deglutir el 20 % del Gasto Total de la Administración Central con 247.000 millones de pesos. O sea 680 millones de pesos de intereses por día. Frente a Educación 131.000 millones, o sea el 47 % menos. Se pagaran por los intereses:
    1) el doble que a la educación,
    2) seis veces más que en salud (46.000),
    3) el doble del gasto social (131.000),
    4) 17 veces más que el desarrollo científico (14.000),
    5) 2,7 veces más que en seguridad (94.000) y
    6) 2,7 veces más que en Defensa.
    El déficit proyectado es de 209.000 millones y la transferencia del BCRA y ANSES otros $ 200.000. Total $ 409.000 millones de déficit en versión optimista de crecimiento del 3,5 %. O sea de desfinancia el ANSES y los jubilados para pagar a los Intereses del Endeudamiento externo. Del Festival de endeudamiento desatado.
  34. Todo a tasas 10 veces superiores a las tasas internacionales. El Presupuesto potencia la ecuación fuga de capitales y endeudamiento externo para financiar la fuga a costa del empobrecimiento.
    De hecho es lo que ya sucedió a lo largo del 2016. El pueblo y el país se empobrecieron con ésta política financiera y ejecución del Presupuesto de Estado.
    Ningún indicador financiero del Presupuesto enviado para el 2017 cambia las tendencias del 2016 que produjeron el empobrecimiento. Se va a contraer nuevas deudas por 38.000 millones de u$s y renovar vencimientos por 58.000 millones. En un contexto de déficit crónico de la balanza de pagos de bienes y servicios. Sin superávit comercial y sin superávit de la cuenta de servicios. Todo en rojo sin generar dólares, pero endeudándose cada vez más en dólares.
  35. La proyección de esa situación es que los intereses financieros pasaran a ocupar el 27 % del presupuesto afines del 2017, 36 % a fines del ´18 y 50 % a fines del 2019. Con el inevitable retroceso de todas las demás partidas presupuestarias. Estas proyecciones surgen de la necesidad de 40.000 millones de u$s de más deuda anual, esto es 4.000 millones de u$s / intereses más por año. 60.000 millones de pesos más por año en intereses. 250 millones más por día. O sea 35 % más por año.
    La desfinanciación de las otras partidas para la sociedad para financiar a los intereses bancarios y la fuga demuestran el daño social que provoca este tipo de Presupuesto. Aún antes de su ejecución.
  36. La inflación del 2017:
    1) Tendrá el impacto tarifario del 2016 diferido por los recursos judiciales, pegará de lleno en la baja de ingresos (+ 200 % de tarifazos),
    2) El dólar con devaluación mínima del 20 % produce una suba de alimentos del 30 %,
    3) La incidencia del costo financiero por el festival de Endeudamiento convierte el pago de intereses de las empresas en un factor inflacionario. Nuevo Costo, segundo costo después de materia prima y triple que los salarios.
    4) Otro achicamiento del 10 % al 20 % de las ventas inevitablemente produce el aumento del costo unitario de los gastos fijos. Más inflación.
    Este conjunto de factores implícitos en el Presupuesto y la economía real, ponen un piso del 30 % de inflación contra paritarias del 17 %. Lo cual vuelve completamente ilusorio la supuesta política de Inflación Pautada del BCRA que acaba de anunciarse.
  37. ¿Existe alternativa a este presupuesto? Si. Terminar con la Fuga de Capitales, recuperar la soberanía monetaria y la emisión direccionada exclusivamente a la redistribución del ingreso con control de precios. Los países exitosos toman esas definiciones.
    Hoy hay mayorías parlamentarias que no se ejercen para defender al pueblo, sino para negociados personales violando la Constitución y los derechos consagrados en la misma.
  38. La principal “herencia” es un país desendeudado respecto de los períodos democráticos post – dictadura. Había dos caminos: Capitalizarse modificando la Ley de Entidades Financieras de la Dictadura, aún vigente o retomar el camino de endeudamiento externo y pérdida de soberanía. Nadie voto este segundo camino. El pueblo no ha sido consultado ni informado. Ni por el oficialismo, ni por la oposición. La dimensión de lo comprometido amerita el ejercicio del Referéndum Popular entre los dos caminos en lugar de aprobar un Presupuesto de empobrecimiento nacional y social.
  39. El Cepo de los argentinos dolarizados sobre los argentinos pesificados, se ejerce desde una matriz de precios monopólicos dolarizados para poder generar fondos enviables a las casas matrices y paraísos bancarios. Son 100.000 agentes económicos dolarizados que imponen sus condiciones monopólicas a 44.000.000 de pesificados que no tienen un Estado, ni siquiera mediador.
  40. El Presupuesto no solo profundiza la desigualdad, la injusticia y la violencia, vía la moneda. Sino que está diseñado para instalar que los argentinos y la Argentina “son pobres” y para que acepten degradar su condición de vida. La realidad de la producción físico – biológica y de la productividad del trabajo, dice que somos cada día más ricos. El esquema monetario del Presupuesto enviado, oculta esa realidad para facilitar la fuga de capitales al exterior y destruir la lucha por la distribución de la riqueza.
    El fenómeno de esta contradicción, es mundial, es el núcleo irresuelto de este tipo de globalización, pero en Argentina, producto de las políticas del 2016 y las presentadas para 2017 / 2019, es peor que en el resto del mundo.
    El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, en su ensayo sobre EE.UU., “Reescribiendo las reglas de la economía americana” en 2015 escribió: “En 40 años desde 1973 a 2013 la productividad de la economía Americana aumento 161 % y la base salarial, 19 %. Entre 2000 y 2013, la renta familiar bajo 7 %”.
    El Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe, en base a las estadísticas de Orlando Ferreres, el INDEC, y las Cámaras empresariales afirma: “En el mismo período (1973 – 2013) la productividad física de los argentinos aumento 650 %. Y la base salarial retrocedió 38 % respecto de 1973. O sea, 3,7 veces más productivos que los Estados Unidos y 4 veces más caída salarial del conjunto de los trabajadores.
    ¿Dónde está la diferencia? En los Estados Paraísos Fiscales y el sistema financiero de fuga de riqueza hacia ellos desde el Banco Central – Aduana – Ministerio de Economía.”
    El Presupuesto profundiza esa situación a niveles moralmente inescrupulosos e insostenibles.
  41. La pobreza espiritual de la elite dirigente argentina, sin excepción llega a que ni la mendicidad es escuchada por el poder. Los gremios mendigan 10.000 millones de pesos para un miserable bono de fin de año. Mientras el Presupuesto paga 247.000 millones de pesos de intereses y la Transferencia de Riqueza del año 2016 culminará en 795.000 millones de pesos. La dirigencia mendiga 1,26 % de lo transferido y se lo niegan.
  42. ¿Cuál es la verdad de la caída económica del 2016 y proyección al 2017?
    Toda la actividad productiva industrial y comercial, reconocen bajas entre el 15 y el 20 % anual en términos y cantidades de producción físico – biológica. Muy pocos sectores, el 15 % del total de la actividad pueden compensar la caída de la cantidad con aumentos monopólicos de precios.
    Las economías regionales marcan las mismas tendencias.
    El agro de la Pampa Húmeda es el único que da una subida del 5 % en los volúmenes y 20 % por la devaluación en valores. Pero representa el 8 % de la economía.
    El sector financiero también está en alza del 7 %, pero representa el 6 % de la economía.
    Conclusión: el 14 % de la economía en alza de 6 % de volumen físico y 20 % en valores monetarios. Y el 76 % de la economía en baja del 17 % en volúmenes y 10 % en valores.
    La caída de la economía en Negro llega al 50 %, como lo evidencia el cierre de las Ferias como La Salada y la caída de la venta callejera, las changas y los servicios personales para la clase media.
    ¿Cómo explican “una caída del 2 % del PBI” con caídas reales del 15 al 50 % en la economía real?
    El INDEC ahora es mejor mentiroso porque tiene el aval del FMI.
    A partir de lo cual todas las proyecciones de crecimiento del 3 % que tiene el Presupuesto son falsas, porque arrancan de una base falsa.
    Seguramente ninguno de estos 43 puntos entrará en el debate para no aprobar el Presupuesto, porque un Congreso Extorsionado por el Poder Ejecutivo no es un Congreso Democrático. Y ya no hay cosmética entre oficialismo y simulacro opositor. Todas las leyes que han votado en el 2016, han fracasado. Lo mismo pasará con el Presupuesto Nacional, que es ni más ni menos que nuestra plata y nuestra vida digna o indigna. Pero no importa. Los 43 puntos correrán entre todo el Pueblo.

 

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